Wednesday, January 23, 2013

Ancient MesoAmerica News Updates 2013, No. 3: Cueva de El Lazo, Chiapas

Recently the Museo de Los Altos de Chiapas, San Cristóbal de las Casas, Chiapas (Mexico), reopened. This museum exhibits one of the few collections of prehispanic textiles that have been found in Mexico. Discovered in 1997 and restored between 2006-2011, the textiles found at the Cueva de El Lazo in Chiapas now form part of the museums holdings; nine of the textile fragments, each some 1,400 years old, are now part of the permanent exhibit. Yesterday, Tuesday January 22, 2013, the Instituto Nacional de Antropología e Historia posted a review of the museum and more in specific on the textiles from the Cueva de El Lazo, which probably have a Zoque origin, according to archaeologist and museum curator Miguel Báez (edited by AMNU; image composed by AMNU, with photographs by Héctor Montaño / INAH):
Exhiben restos de textiles prehispánicos de 1,400 años - El recién reabierto Museo de Los Altos de Chiapas, en San Cristóbal de las Casas, exhibe una de las pocas colecciones de textiles prehispánicos recuperadas en el país, compuesta por nueve fragmentos de tejidos, así como un bulto mortuorio con diseño de ranas y una cuerda de fibras, con una antigüedad aproximada de mil 400 años, las cuales se encontraron hace más de quince años al noroeste del territorio chiapaneco. De acuerdo con el arqueólogo Miguel Báez, curador de los acervos del recinto museístico, localizar fibras en excavaciones arqueológicas es rara avis, pues requieren para su preservación a lo largo de los siglos, de condiciones ambientales particulares como la sequedad y la calidez, presentes en la Cueva de El Lazo, en la selva El Ocote, donde fueron rescatadas las piezas que ahora se exponen.
“Aquí, en el Museo de Los Altos de Chiapas, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), creamos las condiciones de temperatura y humedad necesarias para mostrar casi una decena de los 65 fragmentos de textiles prehispánicos, rescatados en 1997 de ese abrigo rocoso de la región zoque de Chiapas”, señaló.
Esta importante colección textil es, de algún modo, la conexión discursiva entre el Museo de Los Altos de Chiapas —que reúne más de 200 piezas arqueológicas e históricas de la región— y el Centro de Textiles del Mundo Maya, los cuales ocupan, respectivamente, las plantas baja y alta del antiguo Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en San Cristóbal de las Casas.
Cabe mencionar que previo a su integración a los acervos del Museo de Los Altos, los 65 trozos textiles y otros 40 materiales orgánicos de la Cueva de El Lazo, fueron sometidos a una ardua labor de restauración —entre 2006 y 2011—, de manera que hoy en día nueve de ellos son expuestos de manera permanente en sus vitrinas.
Los trabajos, a cargo de la restauradora Martha Sánchez Valenzuela, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, arrojaron que 58 por ciento de la colección de 65 fragmentos son una combinación de fibras duras (palma o carrizo) y suaves (algodón posiblemente), 36 por ciento son de algodón y 6 por ciento de agave. En cuanto a los pigmentos que los antiguos zoques usaron para teñirlos, se determinó que el naranja procede de la semilla del árbol del axiote o bija, el azul añil de la planta indigófera y el negro del carbón.
Amén de que la misión del INAH es conservar y difundir, anotó el arqueólogo Miguel Báez, “en el caso particular de los textiles esto no siempre es posible debido a su fragilidad; de ahí que para exhibirlos debieron pasar por un largo proceso de conservación y restauración. En ese sentido, los tejidos prehispánicos del Museo de Los Altos, conforman un muestrario prácticamente inédito”.
De los fragmentos, destaca uno en el que se observa el diseño de un personaje con una nariz larga y curva, que puede estar relacionado con una deidad de la lluvia, asimismo, el patrón textil parece “recrear una especie de códice bordado, pues se observan grecas escalonadas que significan el agua o el relámpago, es decir, está tratando de contar una historia”.
Miguel Báez anotó que, muy probablemente, todos los materiales encontrados en la Cueva de El Lazo, entre ellos restos óseos de infantes que fueron envueltos en fardos, formaron parte de una ofrenda realizada por grupos zoques, entre 600 y 900 d.C., para propiciar lluvia y fertilidad.
Por su parte, Alejandra Mora Velasco, coordinadora del Centro de Textiles del Mundo Maya, comentó que la colección de tejidos prehispánicos del Museo de Los Altos de Chiapas, ayuda también al visitante de este recinto museístico —que exhibe prendas mayas contemporáneas—, a percatarse de la continuidad de esta tradición en lo que hoy es el territorio chiapaneco.
“La tradición textil en Chiapas tiene una continuidad de más de mil años, en términos de técnica, diseños, significados, materiales, etc., es una maravilla que no se haya interrumpido desde la época prehispánica. Ha experimentado ciertas transformaciones e influencias, sin embargo, hay un sinfín de permanencias como el uso durante siglos del telar de cintura.
“Lo anterior es algo de lo que debemos darnos cuenta, pues si bien hay un gusto entre el público y los especialistas por el arte textil, es necesario crear más conciencia sobre esta herencia para que no disminuya ni su calidad ni la fuerza cultural que entraña, además de lograr que se valore en el mercado”, expresó.
Dentro del Centro de Textiles del Mundo Maya (que ocupa la planta alta del Ex Convento de Santo Domingo) hay una sala de exhibición con alrededor de dos mil 400 piezas, entre textiles, indumentaria y objetos artesanales pertenecientes a diversas comunidades de Chiapas y Guatemala. Tal colección abarca tanto prendas antiguas como contemporáneas. Casi 800 fueron reunidas en los años 70 por el antropólogo Francesco Pellizzi; también integra 600 tejidos chiapanecos creados por las tejedoras de la Cooperativa Sna Jolobil, y más de mil guatemaltecos, todos adquiridos por Fomento Cultural Banamex.
El espacio, dotado con diversos apoyos audiovisuales, se complementa con dos salas de conservación, una de ellas abierta al visitante para que conozca “tras bambalinas” el manejo preventivo de los textiles, otra de exposiciones temporales, además de una sala cibernética, en la que los niños se acercan de forma lúdica a los contenidos del Centro de Textiles. (Source INAH)
The Museo de Los Altos de Chiapas is located at the Av. 20 de Noviembre s/n, Barrio del Cerrillo, in San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Mexico. The museum is open Tuesday to Sunday, from 9:00 hrs to 18:00 hrs. Ticket for the museum stands at $ 46.00 (pesos mexicanos). Various national discount arrangements apply. Sundays the entry is free for general public (Mexican nationals).

Sunday, January 13, 2013

Ancient MesoAmerica News Updates 2013, No. 2: Museo Nacional de Antropología, Mexico


Today, Sunday January 13, 2013, the national Mexican newspaper La Jornada posted a short article on the Museo Nacional de Antropología in Mexico DF. At the end of last year the completely renovated Sala Toltecas re-opened and at the beginning of this year the visitor is still treated to two temporary exhibits, La sociedad y el tiempo maya and Liturgia de las piedras. Both exhibits are opened until February this year. The article also direct the reader to the website of the museum, which showcases all 17,487 objects that are on exhibit at the museum; the circa 126,000 objects that are also part of the collection, but not on exhibit, will be made available online as well in the coming years (edited by AMNU):

El 50 aniversario del MNA, prioridad del ciclo que inicia - Con dos exposiciones temporales, la renovación de la sala Toltecas, que cambió su nombre a Los toltecas y el epiclásico, y la planeación de los festejos por su aniversario 50 que se celebrará en 2014, el Museo Nacional de Antropología cerró 2012 con un aumento de 20 por ciento en el número de visitantes. La cifra es de 2 millones 100 mil visitantes, de acuerdo con estimaciones de la directora del recinto Diana Magaloni, quien adelantó a este diario que en breve se dará a conocer el catálogo en línea de las 17 mil 487 piezas en exhibición. En el Museo Nacional de Antropología (MNA) se pueden ver, además de las exposiciones permanentes, las muestras temporales "La sociedad y el tiempo maya" y "Liturgia de las piedras" en los horarios normales del recinto, ubicado en Reforma y Gandhi. Ambas permanecerán hasta febrero.
La primera fue programada para coincidir con el tema de los mayas y el fin del mundo que dominó los meses previos al 21 de diciembre, con el propósito de mostrar lo que significa el tiempo para ese pueblo originario. No el fin del mundo, sino una fecha de celebración. Hasta mediados de diciembre había sido visitada por más de 75 mil personas desde su inauguración el pasado 23 de noviembre. "Liturgia de las piedras" es un diálogo entre lo contemporáneo y lo antiguo; son piezas del artista español Alberto Bañuelos, quien "tiene obras en muchas ciudades importantes y trabaja la piedra; tiene una relación con el material y las técnicas que de verdad lo acercan con los grandes escultores olmecas o mexicas; trabaja cortando él mismo las piedras, yendo a las canteras y encontrando la forma en el mismo material. Esta sacralización de la forma y del material que hace parte de la tradición, se queda hasta febrero; ha tenido bastante éxito, sí hace que el mundo contemporáneo y el arte mesoamericano se pueda mirar desde el punto de vista artístico, no tiene que tener un contenido antropológico, es artístico", explica Magaloni en entrevista. La liturgia de las piedras ha recibido más de 66 mil visitantes también desde el 23 de noviembre y hasta mediados de diciembre.
Una vez que terminen, en febrero, "tendremos tiempo de arrancar otros proyectos. Como las exposiciones sí son de una administración, ahora se comienzan a planear otras". En el sexenio que acaba de concluir se realizaron 82 muestras con un total de 10 millones 282 mil visitantes. Tan sólo este año se exhibieron Cuerpo y belleza (que se inició en noviembre de 2011), Jade, Samurai, La sociedad y el tiempo maya, Yumanos y Liturgia de las piedras.
En los ocho años anteriores, el promedio anual de visitantes era de un millón 500 mil, pero a partir de 2009 el plan fue aumentar el número de visitantes, "porque ello quiere decir que se está atendiendo a públicos diversos", añadió la funcionaria, quien asumió la dirección del MNA ese año. Para ello se creó la página de Internet del museo, se emplearon las redes sociales y se involucró a los pueblos originarios que habitan actualmente el país. "Un proyecto a futuro debe de ser visualizar de manera distinta la exhibición de culturas vivas; además en el mundo entero se está haciendo diferente. En Nueva Zelanda, por ejemplo, están interpretando su catálogo las comunidades; es decir, hay dos interpretaciones: la de las comunidades y la de los estudiosos".
Este año, además se concluyó el proyecto de catalogación digital de las piezas exhibidas. Todo comienza con el arqueo, “abrir cada vitrina y confirmar que cada pieza tenga un número y que sea igual al que estaba en tu lista. No había fotografías, así que lo más importante que logramos hacer fue el proyecto de digitalización y pasar a un lenguaje digital de alta calidad con 24 tomas por pieza cada obra exhibida en las salas de arqueología.
“Revisamos la lista de cosas, constituimos una base de datos y ya están las piezas fotografiadas, inventariadas, corregidas y no sólo eso: tuvimos una oportunidad importante porque el INAH hizo un esfuerzo titánico de cuatro años para acá de hacer que todos esos números que tienen los museos y zonas arqueológicas se convirtieran en un registro legal. Eso es importantísimo, porque es del Estado mexicano, del pueblo de México.
"Eso permite el control de las colecciones; es muy difícil robar una pieza inventariada y descrita así. Eso es lo primero que un Estado debe hacer con sus colecciones. Las piezas están inventariadas, registradas y fotografiadas, y ya están en el Registro Público de la Propiedad."
El siguiente paso es hacer lo mismo con las 126 mil piezas que se encuentran en bodega, “colecciones en buena medida desconocidas, porque tenemos muchas de excavaciones que nos dejan en cajas, o recuperaciones; además tenemos muchas donaciones. "Están inventariadas en una lista de Excel y fotografiadas, pero no es una base de datos. Cada una tiene número, fotografía y un lugar, y se puede buscar cualquier pieza y encontrarla en cualquier momento, pero es muy distinto a hacer una base de datos con el estudio de los curadores, de los contextos arqueológicos."
Será en este mes cuando se convoque a los medios de comunicación para dar a conocer el catálogo en línea, similar al que tienen museos como el Louvre, “en el que puedes ver la Mona Lisa, su historia, su restauración, etcétera. En el del MNA el diseñador hizo un trabajo importante al darle dramatismo, como si estuvieran iluminadas las piezas. El sitio tiene contrastes blanco y negro; cada sala tiene un color, textura.
"Otra cosa importante fue subir el nivel de información: si le haces clic tienes puedes desde elegir desde el de estudiante hasta el de investigador." La inversión en este proyecto fue de 3 millones de pesos, reunidos mediante el patronato y una cena de gala con el cantante Fernando de la Mora.
–¿Qué se tiene preparado para 2013?
–Estamos pensando una exposición importante y una serie de actos por los 50 años del museo, que este año cumplió 48. En esta exposición que debemos –en esta nueva visión del museo de atención a los pueblos indígenas– conjuntar el presente y el pasado indígena. Esto sería para 2014; es que las exposiciones se planean con tiempo, tendríamos como una lista de muestras que podrían venir en reciprocidad y que estaría en la Coordinación de Museos; más o menos tenemos cuatro exposiciones, dos pequeñas y dos grandes. Ahorita arranca todo un nuevo ciclo, donde contemplamos la conmemoración por los 50 años del recinto con una importante exposición.”
(Written by Ericka Montaño Garfias; source La Jornada)

Thursday, January 3, 2013

Ancient MesoAmerica News Updates 2013, No. 1: Atzompa


The first posting of 2013 at Ancient MesoAmerica News Updates reports on one of the vessels found inside the well furnished Zapotec funerary temple found at Atzompa, Oaxaca. The vessel may contain the name of one of the individuals buried in Room 3 of this complex (dating to circa AD 750-900); his name may have been "8 Earthquake", as archaeologist Eduardo García Wigueras suggests. The Instituto Nacional de Antropología e Historia released the story yesterday, January 2, 2013, which contains additional archaeological details from the recent excavations (edited by AMNU; image composite by AMNU, with photographs by Eduardo García and Héctor Montaño/INAH):



Vasija prehispánica revelaría nombre de personaje zapoteca
La excepcional vasija efigie, hallada hace unos meses dentro de un templo funerario de la Zona Arqueológica de Atzompa, en Oaxaca, ha sido liberada en su totalidad por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), y su rica iconografía podría indicar el nombre de uno de los personajes enterrados en la Cámara 3 del complejo mortuorio, descifrado como ‘8 Temblor’. La pieza de cerámica con representación humana tiene una antigüedad aproximada de 1,200 años, y además de conservar intactos sus colores rojo, ocre y verde de tono grisáceo, muestra a lo largo de su cuerpo -realizado con maestría- una serie de atributos que lo vinculan a un individuo de alto rango de la antigua urbe de Atzompa, que se localiza sobre el Cerro del Bonete y fue uno de los núcleos de la antigua metrópoli de Monte Albán.

De acuerdo con la descripción del arqueólogo Eduardo García Wigueras, responsable de los trabajos de exploración en el edificio de carácter funerario, la vasija efigie destaca por la elaborada vestimenta del personaje representado, compuesta por una capa de plumas, un collar de borlas, orejeras con incrustaciones y un ceñidor. Es justamente en el ceñidor -destacó-, donde se encuentran distribuidos una serie de elementos iconográficos que hacen referencia al nombre de la persona representada en la vasija efigie. “Aparece el glifo ‘Temblor’ -el cual fue descifrado por el arqueólogo Alfonso Caso- y el numeral 8. Es decir, es probable que el individuo personificado en la vasija efigie fuera conocido como ‘8 Temblor’. También hay una serie de grecas y el símbolo invertido de un cerro”, detalló el arqueólogo García Wigueras.

El investigador del Centro INAH-Oaxaca recordó que al interior de la Cámara 3 del templo mortuorio (edificado entre 750 y 900 d.C.), además de dicha vasija efigie se halló otra de menores dimensiones de color rojo con la representación de una diosa; además de los restos óseos de dos individuos, uno de los cuales es probable sea el representado en la urna policroma. “Una de las osamentas corresponde a un adolescente, probablemente una mujer. El otro esqueleto hallado es de un individuo masculino adulto, lo característico de sus restos es que el cráneo presenta deformación. En general, el entierro fue cubierto con pigmento rojo, al igual que la vasija, de manera que existe la posibilidad de que dicho individuo sea el mismo personaje de la pieza de cerámica: ‘8 Temblor´”, puntualizó.

Otro elemento sobresaliente de la vasija efigie es su tocado (de 34 cm de altura), en el cual está representado un reptil rodeado de plumas y con las fauces abiertas. Para varias culturas prehispánicas, entre ellas la zapoteca, esta especie de serpiente emplumada o monstruo de la tierra, era un animal mítico poderoso que tenía injerencia tanto en el ámbito celeste como en el terrestre, y por lo tanto solía vincularse con personajes de alto estatus político. Una vez que se restaure la pieza, ésta podría alcanzar los 80 cm de altura, considerando que la vasija en sí -con la forma del personaje- tiene 28 cm de diámetro y 45 de altura, dimensiones a las que se suma la del tocado.

Actualmente, el INAH lleva a cabo distintos análisis para conocer más acerca del contexto mortuorio donde se halló la pieza, entre ellos de carbono 14 y colágeno (obtenido de los esqueletos), con el objeto de determinar fechas precisas de la construcción de las tumbas y el depósito de los entierros. En cuanto a las vasijas efigie se aplicó un método para determinar el origen de sus pigmentos. Cabe recordar que el conjunto de tumbas de Atzompa (dentro de un edificio de más de 20 m por lado y una altura promedio de 6 m) ha sido un hallazgo arqueológico sumamente importante, toda vez que representa una variante de los sistemas funerarios hasta ahora conocidos en Monte Albán y en el Valle de Oaxaca.

Dos de las tres cámaras funerarias -las cuales fueron construidas verticalmente y están comunicadas por una escalinata de nueve peldaños- están decoradas con exquisita pintura mural, de la que destacan formas geométricas, probablemente alegorías al juego de pelota, y el color rojo, relacionado con el inframundo. Source: INAH