Tuesday, August 24, 2010

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Ancient MesoAmerica News Updates 2010, No. 30: Tulum, Quintana Roo - INAH and UNAM Specialists Analyze 10,000 Year Old Skeleton
Found in a cave close to the site of Tulum, a skeleton of 10,000 years of age is the subject of detailed analysis by specialists of the Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) and the Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). The skeleton, as well as other finds from the area in Quintana Roo, Mexico, may be helpful in researching the peopling of the American continent. A short report on the analysis of the skeleton, nicknamed "El joven de Chan Hol", found in 2006 and about 60% complete, appeared in today's, Tuesday August 24, 2010, edition of the online version of the daily Mexican newspaper La Crónica de Hoy (edited by AMaNU):
Analizan INAH y UNAM esqueleto de 10 mil años de antigüedad - Luego de tres años de estudio in situ, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Universidad Nacional Autónoma de México extrajeron de una cueva inundada de la Península de Yucatán, uno de los esqueletos humanos más antiguos de América, para su estudio.
“El joven de Chan Hol”, como ya se le conoce entre la comunidad académica por el escaso desgaste del esmalte de sus dientes, vivió durante la Era de Hielo y se cree pudo haber pertenecido a los grupos preclovis.
De acuerdo con el INAH, se trata del cuarto esqueleto de uno de los predecesores del hombre más remotos en el continente americano, estudiado dentro de un proyecto de investigación del Instituto.
A fin de no perder información, la osamenta fue traída a la superficie por un grupo de expertos encabezado por el coordinador del proyecto Estudio de los Hombres Precerámicos en la Península de Yucatán y director del Museo del Desierto de Coahuila, Arturo González.
“El joven de Chan Hol”, así llamado también por el nombre del cenote donde se encontró, fue “rescatado” cueva adentro a 542 metros de longitud y 8.3 de profundidad, en una caverna donde abundan estalagmitas y a la que sólo se llega por intrincados laberintos, también inundados y completamente oscuros.
El esqueleto fue colectado en 60 por ciento de su totalidad, con huesos representativos de las cuatro extremidades, vértebras, costillas y cráneo, así como varios dientes, lo que para los antropólogos físicos de la UNAM “es estupendo” ya que cuando se trata de ejemplares de 10 mil años generalmente sólo se encuentra el cráneo o la mandíbula y, con suerte, un 20 o 30 por ciento de la osamenta.
Tras analizarlo en superficie, los especialistas consideran que el cuerpo fue colocado en la cueva en una ceremonia funeraria realizada al final del Pleistoceno, cuando el nivel del mar estaba 150 metros más abajo, y antes de que se inundaran esas cavernas que, probablemente, “El joven de Chan Hol” conoció y recorrió secas.
Junto con los esqueletos de “La Mujer de Naharon”, “La Mujer de las Palmas” y “El Hombre del Templo”, descubiertos también en el interior de cuevas inundadas cercanas a Tulum en años recientes, “El Joven de Chal Hol” es pieza clave para entender el poblamiento de América.
Arturo González, especialista en paleobiología, detalló que estas cuatro osamentas, revelan migraciones procedentes del sureste asiático anteriores a las conocidas hasta ahora como grupos clovis, que habrían cruzado desde el norte de Asia, también por el Estrecho de Bering, al final de la Era de Hielo.
“Nuestros fechamientos han comprobado que las osamentas colectadas en estas cuevas pertenecen a individuos de grupos preclovis, y se enmarcan dentro de los escasos restos humanos del Pleistoceno Terminal americano, cuyas características físicas se asemejan a la gente del centro y sur de Asia, lo que sugiere diversas migraciones hacia el continente”, añadió.
El primer dictamen de antropología física, practicado por los investigadores de la UNAM Alejandro Terrazas y Martha Benavente, indica que se trata de un adulto joven posiblemente de sexo masculino; en tanto que la posición en que se encontraba: piernas flexionadas a la izquierda y brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, la consideran una de las “novedades más interesantes por estudiar” ya que hasta ese momento no se había encontrado un esqueleto en postura similar.
Los huesos deberán reposar varios meses hasta consolidarse, antes de ser sometidos a estudios morfoscópicos para confirmar si comparte características morfológicas y físicas con los otros tres esqueletos extraídos de las cuevas.
También comprobarán su sexo, causas de fallecimiento y edad al morir. Asimismo, se intentará una datación precisa por Carbono 14, y le aplicarán estudios de imagenología, es decir, tomografías para estudiar la composición, densidad y formas interiores de la estructura ósea.
La osamenta fue hallada en 2006 cuando dos espeleobuzos alemanes de apellido Thrusten exploraban la cueva de Chan Hol, por lo que dieron aviso al Centro INAH en Quintana Roo y se comenzó su registro.
Los estudios que se le han aplicado desde entonces son el registro fotográfico y en video de cada una de las partes del esqueleto y su entorno y para ello se necesitaron por lo menos 50 inmersiones de exploración en la cueva, asimismo se analizaron todas las posibilidades de lo que ocurriría de mover la osamenta.
La investigación la llevan a cabo el INAH, la UNAM, el Museo del Desierto de Coahuila, y el Instituto de la Prehistoria de América, a través de un proyecto —ahora interinstitucional— que nació hace 10 años en el INAH, durante el desarrollo del Atlas Arqueológico para el Registro, Estudio y Protección de los Cenotes de la península de Yucatán, que encabeza la pionera de la arqueología subacuática Pilar Luna.
Junto con los huesos se colectó una estalagmita, de aproximadamente un metro de largo, que había caído sobre el húmero izquierdo del esqueleto, lo que para los antropólogos es un hecho relevante, ya que estas formaciones minerales no son propias de cuevas inundadas, lo que permite suponer que depositaron al hombre antes de que la caverna se llenara de agua, es decir por lo menos 10 mil años.
La recolección se hizo en dos días de exploración, con un tiempo total de inmersiones de alrededor de cinco horas, durante las cuales se realizó el último registro.
Los huesos se guardaron en bolsas herméticas con agua de la cueva, para no alterar la temperatura y acidez, y después, dentro de cajas previamente numeradas se trasladaron con minucioso cuidado hasta la superficie. (Source La Crónica de Hoy)

Wednesday, August 4, 2010

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Ancient MesoAmerica News Updates 2010, No. 29: Teotihuacan - Excavating the Tunnel at the Ciudadela
Yesterday, Tuesday, August 3, 2010, the Instituto Nacional de Antropología e Historia posted a short report on the ongoing excavations of a tunnel (or vent) at the Ciudadela in Teotihuacan, Mexico. In previous posts at this blog (Ancient MesoAmerica News Updates 2009, No. 21 & 25) I reported on earlier research on this tunnel (or vent). This tunnel is known by archaeologists since 2003, it runs below the Temple of the Feathered Serpent, and supposedly leads to a series of galleries (edited by AMaNU):
Hallan entrada de túnel - Tras ocho meses de excavación, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) han localizado, a 12 metros de profundidad, la entrada del túnel que conduce a una serie de galerías debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan, donde pudieran haber sido depositados restos de gobernantes de la antigua ciudad.
En un recorrido efectuado hoy por el sitio con los medios de comunicación, el arqueólogo Sergio Gómez Chávez, director del Proyecto Tlalocan: Camino bajo la tierra, dio a conocer los avances de la exploración sistemática que realiza el INAH en este conducto subterráneo, que fue cerrado hace aproximadamente 1,800 años por los propios teotihuacanos y al que nadie ha entrado desde entonces.
Los especialistas del INAH esperan ingresar al túnel en un par de meses y ser los primeros en entrar luego de cientos de años desde que fue clausurado. Esta excavación —que representa la más profunda que se ha hecho en el sitio prehispánico— se enmarca dentro de las conmemoraciones por los primeros 100 años de exploraciones arqueológicas ininterrumpidas y de apertura al público (realizada en 1910) de la también llamada Ciudad de los Dioses.
Gómez Chávez detalló que el pasaje subterráneo pasa por debajo del Templo de la Serpiente Emplumada —el edificio más importante de La Ciudadela—, y su entrada fue localizada a pocos metros de esta pirámide.
El acceso se realiza por un tiro vertical de casi cinco metros por lado que desciende hasta una profundidad de 14 metros desde la superficie; la entrada conduce a un largo corredor con una longitud estimada de 100 metros que termina en una serie de cámaras subterráneas excavadas en la roca.
El túnel fue descubierto a finales de 2003 por Sergio Gómez y Julie Gazzola, pero su exploración ha requerido de varios años de planeación y de gestionar los recursos económicos necesarios para llevar a cabo la investigación al más alto nivel científico. El equipo de trabajo se integra por más de 30 personas y cuenta con asesores de reconocido prestigio nacional e internacional.
Antes de iniciar las excavaciones, los arqueólogos del INAH tuvieron la colaboración del doctor Víctor Manuel Velasco, del Instituto de Geofísica de la UNAM, quien mediante un georradar logró determinar que el túnel tiene una longitud cercana a los 100 metros, y que alberga grandes cámaras en su interior.
Otra de las tecnologías utilizadas en la exploración ha sido el escáner láser, un sofisticado dispositivo de gran resolución, facilitado por la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, que hace el registro tridimensional de los hallazgos arqueológicos.
Apenas hace un par de semanas los arqueólogos corroboraron que la entrada del túnel se localizaba en el lugar que habían previsto, fue entonces que abrieron una pequeña oquedad en la parte superior del acceso, y utilizando el escáner se tomaron las primeras imágenes del interior del pasaje hasta una longitud de 37 metros, de los 100 que se calcula tiene el corredor subterráneo.
“Aunque nos falta excavar dos metros más para llegar al piso del túnel, contar con las primeras imágenes del interior nos permitirán planear mejor la forma de entrar. Aun así, tendremos que retirar una gran cantidad de tierra y un pesado bloque de piedra que obstaculiza el acceso.
“Todo el proceso podría llevarnos dos meses más de trabajo, pues debemos continuar la exploración con la misma sistematización que hemos llevado desde el inicio y así evitar perder información importante que nos permita saber qué actividades realizaban ahí los teotihuacanos hace miles de años y por qué razón decidieron cerrarlo”, comentó el arqueólogo Sergio Gómez.
Hasta el momento se han retirado, dijo, 200 toneladas de tierra, entre las que se han encontrado cerca de 60 mil fragmentos de artefactos y de piezas de cerámica.
Por su parte, Ángel Mora, de la Unidad de Apoyo Tecnológico de la CNMH, y el ingeniero Juan Carlos García, quien opera el escáner, detallaron que al introducir el láser —que tiene un alcance de 300 metros— a través de la pequeña oquedad que abrieron los arqueólogos, sólo se registró una longitud de 37 metros. Mora señaló que esta lectura es debido a que el rayo láser “topa con algo, quizá con piedras de algún derrumbe o porque el corredor tiene algún desnivel”.
Sergio Gómez refirió que aún no se ha determinado con precisión la época de construcción del túnel, sin embargo se tiene una mejor idea de cuándo fue clausurado por los teotihuacanos. “Varios indicios apuntan a que el acceso al corredor subterráneo fue cerrado entre 200 y 250 d.C., probablemente luego de depositar algo en su interior. Una de las hipótesis que postulamos es que, dentro de las grandes cámaras detectadas por el georradar, pudiéramos localizar los restos de personajes importantes de la ciudad”.
Las investigaciones han permitido saber con certeza que este túnel es anterior a la construcción del Templo de la Serpiente Emplumada, así como de la Ciudadela. El túnel es contemporáneo a una estructura arquitectónica de grandes dimensiones, que podría ser una cancha de juego de pelota, de acuerdo con la forma que tiene en planta, planteó el arqueólogo.
Desafortunadamente, señaló el investigador del INAH, al mismo tiempo que fue clausurado el túnel —arrojando una gran cantidad de grandes piedras que bloquearon el acceso—, la cancha también fue destruida y arrasada por los teotihuacanos, dificultando los trabajos, pues apenas quedan pequeños restos, por lo que las investigaciones se siguen con mucho cuidado.
“Al localizar la entrada del túnel se cumple uno de los objetivos más importantes del Proyecto Tlalocan que era, precisamente, corroborar que el acceso principal se ubicaba en el lugar exacto donde se proyectaron realizar las excavaciones. Debemos continuar la excavación del tiro vertical, hasta llegar al nivel del piso para de esa manera iniciar la exploración del túnel hacia el Este”.
En la parte baja del enorme tiro, los arqueólogos localizaron varios muros superpuestos hechos bloques de tepetate perfectamente cortados. Hasta ahora se han desenterrado 2 metros de altura de los 4 a 5 que alcanzan.
Según la hipótesis sobre el significado y el simbolismo del túnel, el arqueólogo Sergio Gómez, comentó que el túnel debió estar vinculado a conceptos relacionados con el inframundo, de ahí que no se descarta que en este lugar se hubieran realizado rituales de iniciación e investidura divina de gobernantes teotihuacanos, toda vez que el poder se adquiría en estos espacios sagrados.
También, se sabe que al morir los gobernantes eran sepultados en los lugares más sagrados. “Desde hace mucho tiempo arqueólogos nacionales y extranjeros han intentado localizar las tumbas de los gobernantes de la antigua ciudad, pero la búsqueda ha sido infructuosa.
“Es por ello que día a día nuestras expectativas se van incrementando, pues hay muchas probabilidades de que en el interior se halle una importante tumba u ofrenda. Sin embargo, no es algo que nos obsesione, el hallazgo y la exploración sistemática del túnel es algo de gran trascendencia para la investigación arqueológica y una oportunidad inigualable de acercarnos al pensamiento cosmogónico y religioso de los antiguos teotihuacanos”.
Hasta el momento las excavaciones han permitido recuperar miles de pequeños ornamentos hechos en concha, jade importado de Guatemala, serpentina, pizarra y obsidiana, los cuales fueron arrojados por los teotihuacanos como ofrenda al momento de clausurar la entrada. También se han hallado varias secciones de un friso que ornamentaba algún edificio que era anterior al de la Serpiente Emplumada y que fue desmantelado.
Es posible —concluyó Sergio Gómez— “que el túnel descubierto hubiera sido el elemento más importante y sagrado en torno al cual se hicieron las primeras edificaciones en este lugar hacia el 100 a.C., y, posteriormente, donde se construyera La Ciudadela, que fue el magno escenario donde debieron realizarse rituales vinculados con los mitos de la creación original y el inicio del tiempo mítico”. (Source INAH)
Today, Wednesday, August 4, 2010, the online version of the daily Mexican newspaper La Jornada posted the following report on the recent excavations (edited by AMaNU):
Dan a conocer la entrada al túnel hallado bajo el Templo de la Serpiente Emplumada - Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmaron la información que publicó La Jornada sobre el hallazgo del túnel que corre debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, en la zona arqueológica de Teotihuacán, cuyo acceso fue cerrado hace aproximadamente mil 800 años y desde entonces nadie había entrado. Allí, se estima, estarían restos de gobernantes.
El descubrimiento es “una oportunidad inigualable de acercarnos al pensamiento cosmogónico y religioso de los antiguos teotihuacanos”, señaló Sergio Gómez Chávez, director del Proyecto Tlalocan: camino bajo la tierra. El investigador informó que se trata de la exploración arqueológica más profunda que se haya hecho en el sitio, pues se trabaja a 12 metros. Aunque todavía no se explora dentro del túnel, se ha visualizado mediante un georradar que éste tiene una longitud entre 100 y 120 metros, con ancho de tres a cuatro metros por cinco metros de altura y que alberga al menos tres cámaras.
“En esas cámaras se piensa que se encuentren los entierros. Es por ello que día a día nuestras expectativas se incrementan, pues hay muchas probabilidades de que dentro se halle una importante tumba u ofrenda. Sin embargo, no es algo que nos obsesione.
“Se sabe que al morir, los gobernantes eran sepultados en los lugares más sagrados. Desde hace mucho tiempo arqueólogos nacionales y extranjeros han intentado localizar las tumbas de los gobernantes de la antigua ciudad, pero la búsqueda ha sido infructuosa.
“El túnel debió estar vinculado a conceptos relacionados con el inframundo, de ahí que no se descarta que en este lugar se hubieran realizado rituales de iniciación e investidura divina de gobernantes teotihuacanos, toda vez que el poder se adquiría en espacios sagrados”, dijo Sergio Gómez.
Hasta el momento, en torno al túnel se han encontrado más de 60 mil pequeños objetos, como puntas de obsidiana, cerámica, ornamentos hechos en concha, jade importado de Guatemala, serpentina y pizarra, los cuales fueron arrojados por los teotihuacanos como ofrenda al momento de clausurar la entrada. En conferencia de prensa, Sergio Gómez explicó que el túnel fue descubierto en 2003, cuando se formó una oquedad provocada por las lluvias, justo frente a la pirámide de Quetzalcóatl. En ésta última etapa, la cual constó de ocho meses de exploración, se localizó la entrada del túnel a 12 metros de profundidad.
[...] En la entrada del túnel, los arqueólogos abrieron una pequeña oquedad y utilizando el escáner tomaron las primeras imágenes del interior. El escáner sólo pudo recorrer 37 metros, de los más de 100 que mide el túnel, debido a la irregularidad de la tierra. “Topa con algo, quizá con piedras de algún derrumbe o porque el corredor tiene algún desnivel”, dijo Juan Carlos García, operador de ese instrumento.
“Aunque nos falta excavar dos metros más para llegar al piso del túnel, contar con las primeras imágenes del interior nos permitirá planear mejor la forma de entrar. Aun así, tendremos que retirar gran cantidad de tierra y un pesado bloque de piedra que obstaculiza el acceso.
“Todo el proceso podría llevarnos dos meses más de trabajo, pues debemos continuar la exploración con la misma sistematización que llevamos desde el inicio y así evitar perder información importante que nos permita saber qué actividades realizaban ahí los teotihuacanos hace miles de años y por qué razón decidieron cerrarlo”, explicó Sergio Gómez.
Los arqueólogos todavía no han determinado con precisión la época de construcción del túnel, pero estiman que fue clausurado por los teotihuacanos entre los años 200 y 250 dC. “A la hora de clausurar el túnel los teotihuacanos arrojaron gran cantidad de grandes piedras que bloquearon el acceso”. Los investigadores también dieron a conocer que el túnel es anterior a la construcción del Templo de la Serpiente Emplumada, así como de la Ciudadela.
“El túnel es contemporáneo a una estructura arquitectónica de grandes dimensiones, que podría ser una cancha de juego de pelota, de acuerdo con la forma que tiene en planta”, sostuvo Sergio Gómez. Se piensa que debajo de la pirámide de Quetzalcóatl existió un edificio que los teotihuacanos desmantelaron para dar paso al Templo de la Serpiente Emplumada.
En la parte baja de la oquedad se localizaron varios muros superpuestos, hechos con bloques de tepetate perfectamente cortados. Hasta ahora se han desenterrado dos metros de altura de los cuatro a cinco que alcanzan. “Es posible que el túnel descubierto hubiera sido el elemento más importante y sagrado en torno al cual se hicieron las primeras edificaciones en este lugar, hacia el año 100 aC, y posteriormente, donde se construyera La Ciudadela, que fue el magno escenario donde debieron realizarse rituales vinculados con los mitos de la creación original y el inicio del tiempo mítico”, expresó el arqueólogo. (Written by Javier Salinas Cesáreo; source La Jornada)