Raubgrabungs-Gut aus grünem Granit - Dem mexikanischen Botschafter in Deutschland, Francisco Nicolás González Díaz, sind am Freitag in Wiesbaden 49 archäologische Fundstücke übergeben worden, die der Zoll am Frankfurter Flughafen sichergestellt hatte. Die Behörden gehen davon aus, dass die aus Granit gefertigte Maske und die 48 Ohrschmuckstücke aus Raubgrabungen stammen. Schon im Jahr 2004 waren die Funde als Frachtgut nach Deutschland gekommen. Am Samstag werden sie zurück nach Mexiko geflogen; wo sie dann ausgestellt werden ist nach Angaben des Botschafters noch nicht klar. Der Wert der Fundstücke belaufe sich auf rund 100 000 Dollar, sagte ein Sprecher. Für den Botschafter sei aber nur der kulturgeschichtliche Wert bedeutend: „Solche Stücke helfen meiner Nation, die Geschichte unseres Landes zu verstehen.“ (written by Stephanie Huber, source Frankfurter Allgemeine)
Saturday, April 16, 2011
Wednesday, April 6, 2011
Estudian milenarios petrograbados de la Costa Grande - Mediante el uso de filtros fotográficos aplicados recientemente a imágenes de petrograbados que se distribuyen a lo largo de la Costa Grande de Guerrero, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) han podido confirmar la presencia de figuras antropomorfas, zoomorfas, puntos y barras que sirvieron para conteos, que fueron grabadas hace miles de años en las rocas y que no se observan a simple vista. El investigador Rubén Manzanilla López, de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, informó que en el estado de Guerrero se tiene registro de más de 800 rocas grabadas, y su mayor presencia se observa en la región de la Costa Grande, cuya antigüedad se calcula de 3000 a.C. a 750 d.C., y donde desde hace más de dos décadas lleva a cabo el estudio de este arte rupestre. La Costa Grande de Guerrero es una región que abarca más de 300 kilómetros de largo, comprendida entre la bahía de Acapulco en Guerrero y la desembocadura del río Balsas en los límites de Michoacán. “El trabajo arqueológico en esta zona comenzó en 1986, cuando se realizó un recorrido por el área, del cual se hizo un informe sencillo con fotografías y un plano elaborado a mano donde se interpretaban algunos petroglifos, particularmente de Zihuatanejo”.
“El año pasado se retomó esta labor en las localidades de Coacoyul, La Perica, La Escondida, Soledad de Maciel y Murga, puntos en los que en la época prehispánica se asentó la provincia tributaria de los mexicas llamada Xihuatlán. En estos lugares se hizo la segunda visita a fin de verificar el estado de conservación de los petrograbados, y se pudieron corroborar los diseños que se habían descifrado con anterioridad, así como el registro de otros que no se habían percibido a simple vista en los años 80”.
Lo anterior fue expresado por el especialista durante su participación en las Jornadas Permanentes de Arqueología, cuyas conferencias se realizan mensualmente en el Museo del Templo Mayor, donde detalló que para este nuevo registro de los petroglifos se usaron filtros en las fotografías de los petrograbados, como los de tipo negativo y relieve, además de emplear canales de luces amarillas y verdes; con ello se hicieron evidentes los diseños grabados en las rocas y se obtuvieron nuevas evidencias. “Por ejemplo, en un petrograbado de Coacoyul se visualizaron círculos concéntricos que no se habían registrado, y se pudo precisar que los pequeños orificios que tiene no eran propios de la piedra sino que habían sido hechos por el hombre, y que posiblemente sirvieron para algún conteo”, explicó el arqueólogo.
De los petroglifos registrados y estudiados recientemente, destacan los de Coacoyul, localidad ubicada a 6 kilómetros de Zihuatanejo; “en este sitio se localizó, en el patio de una casa, una roca grabada de 2 metros de alto por 2.5 de ancho, la cual presenta un personaje antropomorfo de aproximadamente 68 centímetros, con la cabeza circular, el cuerpo alargado y los brazos caídos elaborados con líneas, así como gran cantidad de pequeños hoyuelos”. Manzanilla López abundó que esta misma roca, en una de sus caras, presenta huellas del afilamiento de cinceles. Estos grabados se ha calculado que fueron realizados entre los periodos Preclásico (2500 a.C.- 200 d.C.) y Clásico (200 - 650 d.C.).
“Cerca de este predio hay otras dos piedras con petrograbados, la primera tiene una cuenta de números, la otra presenta varias concavidades que se conocen como pocitos, elementos que posiblemente se utilizaron como morteros para moler o para acumular agua de lluvia, dichas oquedades circulares y ovaladas tienen una dimensión aproximada de 10 centímetros de diámetro por 6 de profundidad. Estos pozuelos u ojos de dios, como también los nombran los lugareños, son elementos muy comunes en Guerrero, por ejemplo, sólo en el municipio de Petatlán se han localizado 273 piedras con estas características”, destacó el arqueólogo del INAH.
Otro de los sitios en los que se hizo el registro, fue el de La Perica, ubicada a un kilómetro de Zihuatanejo, “ahí hay una roca de 1.80 por 2 metros con una figura parecida a un peine, junto a ésta se observa la representación de una cabeza con un penacho, círculos concéntricos, y el dibujo de un templo y una serpiente, diseños que pertenecen al periodo Posclásico, 450 a 1300 de nuestra era”. En esta misma zona, en la cima de un cerro, abundó Manzanilla López, se localizó otra enorme piedra de 1.40 por 1.30 metros, la cual está rota y al parecer fue arrastrada hasta ese sitio, posee representaciones solares (discos con líneas alrededor), un círculo dividido en cuatro partes y dos figuras que parecen nubes o narigueras semejantes a las de Tláloc, dios de la lluvia”.
Por otro lado, en el sitio La Escondida se fotografió una roca que tiene grabada una figura circular, el rostro de una mujer, un cuerpo antropomorfo, pequeñas caras y líneas onduladas que parecen estar representando corrientes de agua. Las figuras datan de finales del periodo Posclásico Tardío (1300-1500 d.C.). En el caso de Soledad de Maciel, en el cerro de Los Brujos se registró un petrograbado que la población denomina El barco, el cual tiene una representación solar, un personaje, dos proyectiles en dirección contraria y líneas onduladas que también harían alusión a un río; dados los elementos grabados en la superficie de esta roca se piensa que posiblemente estén relacionados con el tema de la conquista de un pueblo, comentó Rubén Manzanilla.
Finalmente, en el poblado de Murga está La Piedra del Mono, que mide ocho metros de largo por dos de ancho en su parte más gruesa, posee trazos de soles, cuerpos humanos y un cráneo descarnado de estilo mexica, que fue grabado posteriormente, tal vez como prueba del dominio de este pueblo. De acuerdo con el arqueólogo Rubén Manzanilla, estos son sólo algunos de los ejemplos del patrimonio creado en las enormes piedras volcánicas de la Costa Grande, “las cuales requieren ser conservadas y cuidadas no sólo por los especialistas sino por las comunidades donde se encuentran estos “pedazos de la historia”, finalizó. (Source INAH)
Tuesday, April 5, 2011
Italia entrega a México piezas arqueológicas - Italia entregó el martes a México nueve piezas arqueológicas sacadas ilegalmente de ese país y confiscadas por la policía italiana en Turín y Bolonia, norte de la península, a fines de 2009. Las piezas, entre las que hay botellas, cuencos pintados y un incensario, hechas en barro y en terracota, que están bien conservadas, datan de entre el 100 A.C y el 1.300 D.C. Una de las más valiosas, encontrada en un mercado de Bolonia, es la representación en barro de un guerrero perteneciente a una de las civilizaciones occidentales de México, mientras que las ocho restantes fueron confiscadas a un industrial textil. La recuperación de estas piezas se realizó en el marco de la Convención de la UNESCO sobre medidas que deben adoptarse para prohibir la importación, exportación y la transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales. El comandante del Núcleo Carabinero Tutela Patrimonio Cultural de Roma, general Pasquale Muggeo, entregó las obras al Embajador de México Jorge Chen, en una ceremonia realizada en la embajada de ese país. Muggeo señaló que se encuentran en su poder otras 300 obras arqueológicas de diversos países de Sudamérica que serán entregadas posteriormente. La recuperación de este patrimonio arqueológico mexicano reviste especial significado para los dos países, ya que se lleva a cabo como parte de las acciones de cooperación internacional para combatir el tráfico ilícito de bienes que México e Italia privilegian en su relación, expresó el embajador. "No sólo porque ambos países son signatarios de la Convención de la UNESCO, en vigor desde 1972, sino sobre todo porque ambas naciones poseen una riqueza extraordinaria de sitios arqueológicos que debe preservarse del saqueo mediante una activa y eficaz acción conjunta" , agregó. Deacuerdo con expertos, "en México existen más de 200 mil sitios arqueológicos en los que se puede encontrar una enorme variedad de vestigios, lo que hace materialmente imposible, al igual que en Italia, inventariar la totalidad del patrimonio que le permita adoptar medidas exhaustivas de seguridad y vigilancia" , aclaró. El diplomático expresó que "México e Italia aportan al patrimonio cultural de la humanidad el mayor número de obras, sitios, vestigios y formas de civilización que el promedio de las demás naciones del planeta". "Por ello es preocupante el saqueo de bienes arqueológicos a nivel global y a la creciente participación de grupos delictivos en su tráfico, así como en su comercialización internacional" , agregó. Se calcula que el trasiego de bienes culturales podrían llegar a general anualmente hasta unos cinco mil millones de dólares. (Source El Universal)
Monday, April 4, 2011
Nuevo museo exhibe objetos de estilo teotihuacano - A cuatro kilómetros de la carretera Zihuatanejo-Acapulco, en la Costa Grande de Guerrero, se localiza el Museo de Sitio Xihuacan, el cual fue inaugurado recientemente y exhibe más de 800 piezas arqueológicas, en su mayoría de estilo teotihuacano, halladas a lo largo de varios años en la comunidad de Soledad de Maciel, en el municipio de Petatlán. El nuevo recinto museográfico presenta un vasto universo de piezas prehispánicas, como figurillas, vasijas de obsidiana, trabajos en concha, hachas de cobre, collares de cascabeles, cerámica y lítica, acervo a través del cual se explica el desarrollo cultural de esta antigua ciudad que tuvo una fuerte interacción con Teotihuacan durante el periodo Clásico (200 a 650 d.C.).
El Museo de Sitio Xihuacan se ubica dentro de la Zona Arqueológica Soledad de Maciel, donde desde hace cuatro años el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), lleva a cabo la exploración y puesta en valor de diversos monumentos prehispánicos, con el objetivo de abrirlo al público a finales de este año. El arqueólogo Rodolfo Lobato, quien coordina la exploración en el sitio, informó que entre los antiguos objetos que se presentan en el museo, destaca una piedra labrada con el glifo topónimo de Xihuacan, que da nombre al recinto. “Mide un metro de alto por 50 centímetros de ancho y 25 de espesor, y fue hallada durante las recientes excavaciones en el área del Juego de Pelota. El glifo es circular y revela el nombre con el que se conocía este lugar en la época prehispánica. Xihuacan es una palabra de origen náhuatl que significa “lugar de los poseedores de turquesa”, y que hace referencia a una metáfora para denominar a aquéllos “que poseen el tiempo” o “que controlan el calendario”. En este sentido, el arqueólogo del Centro INAH Guerrero, señaló que esta alegoría se asocia con el papel que tuvo este asentamiento como el mayor centro rector de la Costa Grande. Además se ha deducido que su traza urbana está ligada a los movimientos celestes.
La colección de piezas que se muestran en el museo de sitio está conformada por aquellas halladas recientemente, así como de otras encontradas con anterioridad, cuando se hicieron los primeros registros y recorridos arqueológicos a cargo de especialistas como Pedro Hendrichs en 1943, Pedro Armillas en 1948 y Ellen Brush en 1968, así como Rubén Manzanilla a finales de los años 80. Rodolfo Lobato añadió que también se exhibe un aro de Juego de Pelota, labrado en granito con la representación de dos cabezas de serpientes, que fue encontrado en 1925 por campesinos y fue resguardado por la comunidad. Así mismo, destacan esculturas de cabezas de jaguares, pesas de barro, puntas y cuchillos de obsidiana, navajillas, cajetes, malacates, ollas, botellones, orejeras, una flauta de barro, un cetro de piedra y una vasija de barro decorado con representaciones de monos y cabezas de aves, la cual data del año 500 de nuestra era. Rodolfo Lobato explicó que, en la época prehispánica los antiguos habitantes de Xihuacan aprovecharon el clima cálido de la región para el cultivo de algodón y cacao, productos altamente apreciados en las sociedades mesoamericanas. A la par, lograron una alta productividad de frijol, maíz y calabaza, gracias a complejos sistemas de irrigación. En la sala que alude a los antiguos pobladores de Soledad de Maciel, se explica que este sitio fue el centro rector de la Costa Grande. “Su apogeo fue en el Epiclásico (650 a 950 d.C.), aunque fue habitado desde el Preclásico (2500 a.C. a 200 d.C.), Clásico (200 a 650 d.C.) y hasta el Posclásico Temprano (950 a 1300 d.C.). El mismo contexto indica que tuvo un abandono paulatino propiciado por inundaciones en la zona, lo que obligó a los habitantes a emigrar hacia las partes más altas”. El arqueólogo añadió que, de acuerdo con fuentes históricas del siglo XVI, se sabe que la región estaba ocupada por grupos tepuztecos y cuitlatecos, “aunque todavía no se puede precisar el nombre de las etnias que existieron aquí. “En el caso específico de Soledad de Maciel, sus primeros habitantes fueron grupos agrícolas que con el paso del tiempo lograron consolidar una sociedad estratificada y una organización suficiente para levantar basamentos y crear obras de ingeniería hidráulica. Sus pobladores también tuvieron influencia olmeca, apreciable en sus figurillas de barro y cerámica”. Fue durante el periodo Clásico cuando se dio la influencia de la cultura teotihuacana, que se reflejó en la complejidad social y poderío que alcanzó Xihuacan; etapa en la que comenzó la construcción del gran conjunto ceremonial que caracteriza el sitio.
Exploración y restauración - La investigación arqueológica y consolidación de estructuras en el sitio prehispánico de Soledad de Maciel, se lleva a cabo en 29 de las 59 hectáreas que ocupa el área; aquí se encuentra el centro ceremonial con la mayor concentración de edificaciones antiguas, para cuya investigación y restauración el INAH ha destinado más de tres millones de pesos. “Una de sus particularidades de este sitio arqueológico es su sistema constructivo, hecho a base de adobes. El asentamiento se eleva casi dos metros y medio del suelo mediante adobes mampuestos que crean una plataforma, sobre la cual se construyeron las estructuras”, explicó Lobato Rodríguez. El área ceremonial está conformada por cuatro estructuras o montículos mayores, el denominado “A” tiene una dimensión de 100 metros de largo por 16 de alto. El arqueólogo destacó que la traza que presenta la ciudad responde a la clásica distribución arquitectónica teotihuacana: cuatro templos que rodean arquitectura de dimensiones menores, como altares, un juego de pelota y una plaza. El especialista del Centro INAH-Guerrero destacó que también se realiza la puesta en valor de una cancha de juego de pelota, que está articulada al tecpan o sitio donde residía la clase gobernante. “El Juego de Pelota está en un terreno que mide 2.5 hectáreas, y fue construido con grandes lajas de granito y cantos rodados; durante su exploración se hallaron los marcadores o aros desplantados de la banqueta y colocados de forma vertical”. Finalmente, el arqueólogo Rodolfo Lobato agregó que durante el periodo Epiclásico (650 a 950 d.C.), el sitio alcanzó su apogeo con miras expansionistas y ostentó el control comercial. Su gran centro ceremonial se convirtió en lugar de cultos religiosos agrícolas y sede del poder. El INAH continúa con los trabajos de excavación y consolidación en la Zona Arqueológica Soledad de Maciel con miras a su apertura a la visita pública este año, dado el interés que el sitio ha despertado entre la comunidad local y turística. El Museo de Sitio Xihuacan está abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Debido a su reciente apertura, temporalmente se puede visitar sin costo. (Source INAH)