Thursday, March 12, 2009

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Ancient MesoAmerica News Updates 2009, No. 6: Some Research Observations on the INAH Colección Dientes Mutilados ("Mutilated Teeth Collection")
Today, Thursday March 12, 2009, the Instituto Nacional de Antropología e Historia posted an informative report on the Colección Dientes Mutilados, which is the object of research since many years now. The collection contains over 2,500 samples from all over Mexico, some dating from circa 500 BC, of which the teeth have been modified in various ways, showcasing the dental knowledge and specialized techniques which were developed in Ancient MesoAmerica (edited by AMaNU):
Moda prehispánica: la Colección Dientes Mutilados - Estudios realizados a dos mil 500 piezas de la Colección Dientes Mutilados, evidencian que las culturas mesoamericanas poseían altos conocimientos y especialización en técnicas para realizar alteraciones en sus dentaduras por motivos culturales, lo que podría considerarse como una especie de moda prehispánica.Muescas y tallados, oradaciones o perforaciones e incrustaciones de piedras preciosas en piezas dentales, que en algunos casos cuentan con una antigüedad de hasta dos mil 500 años, son algunas de las modificaciones hechas con instrumentos precisos durante el periodo prehispánico.
Estudios de antropólogos físicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y odontólogos especializados, revelan que las alteraciones no son exclusivas de una cultura en particular, informó José Concepción Jiménez, investigador de la Dirección de Antropología Física (DAF). “Al parecer el grueso de la población mesoamericana usaba estas alteraciones con motivos ornamentales y estéticos, una especie de moda prehispánica de la que no se tiene registro que tuviese participación la nobleza”, comentó el especialista, al señalar que lo anterior se deduce de análisis hechos a ejemplares con algún tipo de mutilación dentaria.
La colección dental pertenece al Acervo Osteológico de Antropología Física, bajo resguardo del INAH, y consta de un catálogo que comenzó a reunirse en 1900, cuando el médico Nicolás León detectó en algunas piezas dentales lo que entonces se pensaba eran anomalías de tipo patológico. Las piezas proceden de diversos hallazgos en la Cuenca del Valle de México y algunas zonas mayas. También existen otros dientes en cráneos y mandíbulas de antiguas culturas de Michoacán, Tlatilco, Cuicuilco, Paquimé, San Luis Potosí y Veracruz, entre muchas otras.
A partir de su creación en 1939, el INAH se hizo cargo de las primeras 50 piezas recolectadas por León y es el antropólogo Javier Romero Molina, quien en 1954 hace una clasificación del conjunto, hoy almacenado en condiciones especiales en el Museo Nacional de Antropología. La clasificación sigue vigente y funciona para todo el continente americano.La clasificación es de tipo abierta, es decir, dependiendo las características de cada pieza, se le asigna un número y una letra según los parámetros del registro. De cada elemento de la colección se conoce su procedencia y los tipos de alteración, mutilación e incrustación; la clase de oradación y además si el individuo tuvo alguna enfermedad degenerativa o un desgaste natural en sus piezas dentales. “Es difícil precisar si se realizaba algún tipo de ceremonia, antes de usar los utensilios especializados para la mutilación, los expertos manejan el concepto de ‘taladro prehispánico’, que consistía en piedras sumamente filosas de un material resistente como pudiera ser la obsidiana, con medidas específicas, capaces de perforar el hueso”.
Otros de los elementos a destacar por el experto, que confirman el elevado conocimiento de las culturas de Mesoamérica al realizar las modificaciones dentales, son el uso de la “anestesia” con algunos brebajes y el pegamento usado para las incrustaciones. El adhesivo probablemente era una resina, elaborada con una mezcla de copal, hierbas, hueso molido y polvos minerales. No sólo es un compuesto completamente natural, sino sumamente efectivo ya que la mayoría de las incrustaciones de piedras preciosas como jade y turquesa, no se han desprendido. Tal es el caso de un cráneo completo encontrado en Chiapa de Corso, Chiapas, que mantiene todas las incrustaciones en sus piezas dentales. Jiménez destacó el elevado conocimiento de lo que hoy conocemos como odontología, entre las culturas prehispánicas, reflejado en la perfección de las oradaciones y el cuidado para evitar tocar la pulpa del diente, lo que demuestra que era una práctica especializada y que no se realizaba improvisadamente ya que la exposición de la pulpa a materiales extraños podría acarrear infecciones y la perdida de la pieza.
Por lo tanto pudieron existir expertos o profesionales de la actividad con conocimientos profundos, ya que se requerían procesos elaborados y la habilidad en el manejo de instrumentos precisos, concluyó el investigador de la DAF (source ).

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