The new exhibit "Xochicalco. Patrimonio Mundial. 100 años de investigaciones arqueológicas 1910-2010," shown at the Museo Regional Cuauhnáhuac in Cuernavaca (Morelos), presents three important sculptures which were found 20 years ago at the site of Xochicalco. The exhibit presents these three sculptures, after careful reassembly and conservation, for the first time to the general public, as was reported last Friday, April 29, 2011, by the Instituto Nacional de Antropología e Historia (edited by AMaNU; photos: Contexto de Durango):
Conmemoran 100 años de investigación arqueológica en Xochicalco - Tres esculturas prehispánicas de tamaño natural que fueron halladas en pezados hace casi 20 años, en la Zona Arqueológica de Xochicalco, son mostradas por primera vez en el Museo Regional Cuauhnáhuac, luego de un arduo trabajo de armado y restauración. Su presentación forma parte de la exposición con la cual se conmemoran 100 años de investigaciones arqueológicas en este sitio del estado de Morelos, llevadas a cabo desde 1910 hasta hoy.
Se trata de las representaciones de una deidad masculina denominada El Creador, un jaguar y una iguana, de alrededor de mil años de antigüedad, que dan cuenta de la creación artística alcanzada por los xochicalcas, civilización de la cual aún hay muchos enigmas por descifrar, toda vez que hasta el momento se ha explorado 15% del área que ocupó esta urbe, informó la arqueóloga Silvia Garza Tarazona, responsable de la reconstrucción de las esculturas y curadora de la exhibición.
“Son obras en las que mezclaron lo terrenal con lo divino, de ahí su alto valor simbólico”, expresó la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), al detallar que el hallazgo de dichas esculturas —que datan del periodo Epiclásico (650-1100 d.C.)— se registró en 1992, como parte de las excavaciones del Proyecto Xochicalco, bajo la dirección del arqueólogo Norberto González Crespo.
“Fueron localizadas en lo que llamamos un ‘tiradero prehispánico’, descubierto al explorar los edificios de la Gran Plataforma, cerca de la Acrópolis. En uno de los cuartos, con el techo caído, se encontró gran cantidad de pedazos de cerámica de esculturas, vasijas, figurillas, huesos humanos y de animales, de los cuales hasta el momento se han registrado 343 piezas”.
Una de las hipótesis de esta gran cantidad de material, comentó la arqueóloga Garza Tarazona, es que en la época prehispánica las esculturas estaban colocadas en el techo de alguno de los cuartos de la Acrópolis. “Esta idea se basa en que el estuco con el que fueron recubiertas las esculturas muestra huellas de intemperismo, debido a su exposición al sol y la lluvia.
“Asimismo, consideramos que se trató de un conjunto importante de esculturas, porque se ha podido determinar que hubo 18 (11 antropomorfas, cuatro de iguanas y tres de pumas). Por el peso y la cantidad podemos suponer que estuvieron en el techo”, detalló.
La arqueóloga del Centro INAH-Morelos abundó que con los sucesos violentos que registró Xochicalco, hacia el año 1100, por la inconformidad de sus habitantes con las formas de gobierno y religión, y que derivaron en su decadencia, el edificio donde estaban las esculturas fue quemado hasta que se colapsó, y con ello se produjo la fragmentación de las obras.
Dada la complejidad para el rearmado de las 18 esculturas, para esta exposición conmemorativa sólo se hizo la reconstrucción de las tres que se presentan en el Museo Cuauhnáhuac “Palacio de Cortés”, donde continuarán exhibiéndose hasta mediados de julio próximo.
La pieza emblemática es la llamada El Creador, que es una escultura de tamaño natural hecha en arcilla, de 1.14 m, 55 cm de ancho y 65 cm de espesor. “Es la representación de un hombre adulto de gran solemnidad. Tiene la nariz ganchuda y sobresale su boca porque tiene grandes colmillos curvos. Está arrodillado sobre la pierna izquierda y sostiene una liana de la que se desconoce su dirección porque no ha sido encontrada. Los ojos tienen similitud con los de deidades del panteón maya.
“Representa a una divinidad relacionada con la fecundidad porque tiene dos penes en forma de lianas que llegan a su espalda hasta el hombro, se anudan en el pecho y una de las puntas llega al muslo izquierdo y la otra posiblemente en el brazo derecho”, comentó la arqueóloga Silvia Garza Tarazona.
La especialista, quien desde hace casi 30 años ha trabajado en las exploraciones de Xochicalco, añadió que este personaje también porta un tocado que simboliza el tiempo, así como semillas de cacao que representaban la riqueza. Esta escultura debió haber estado pintada, como lo apuntan los restos de pigmento rojo que aún se observan en orejas, pelo y en la liana.
Por otra parte, la arqueóloga detalló que la escultura de la iguana mide 1.05 m de largo, 47 cm de alto y 34 cm de espesor. “De todo el conjunto escultórico es la figura que muestra más movimiento, porque tiene la cola levantada y la cara apuntando hacia la izquierda. Además porta pulseras en las patas y un collar de grandes cuentas”.
Mientras que la escultura del puma, de 77 cm de alto, 51 de ancho y 54 de espesor, representa al felino sentado con las orejas hacia atrás, en actitud de alerta, y porta un cordón en el cuello cuyos extremos forman un rectángulo. Esta pieza conserva sus colores originales: cuerpo amarillo, encías y lengua rojas, y pecho blanco.
La exposición Xochicalco. Patrimonio Mundial. 100 años de investigaciones arqueológicas 1910-2010, se presenta en el Museo Regional Cuauhnáhuac “Palacio de Cortés”, ubicado en el centro de Cuernavaca, Morelos. Horario: martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Costo de acceso con el mismo boleto de acceso al museo. (Source INAH)
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