Wednesday, April 30, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 34: Cacaxtla, Tlaxcala - Restored Cacaxtla Accesible to the Public Again
Today, Wednesday April 30, 2008, the online newsservice of the Instituto Nacional de Antropologia e Historia reported that the archaeological site of Cacaxtla, located in the Mexican state of Tlaxcala, is re-opened to the public after restoration work that was initiated close to a year ago (edited by AMaNU):
Cacaxtla reabre de nuevo sus puertas - La zona arqueológica de Cacaxtla, en el estado de Tlaxcala, fue reabierta al público luego de que concluyeron los trabajos de limpieza, remoción de escombros y reparación de una parte de la techumbre que cayó hace unos meses, a consecuencia de una fuerte granizada en la región.
Al declarar la reapertura en el Sitio Arqueológico, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfonso de Maria y Campos, expresó su satisfacción por el trabajo realizado para la reparación del techo que cubre el basamento, hizo un reconocimiento al gobierno del estado por la colaboración, hombro con hombro con el Instituto también para la rehabilitación del Museo de Sitio, y resaltó el consenso entre instituciones públicas como la UNAM y el INAH así como empresas privadas como el grupo ICA para los trabajos.
A su vez, el gobernador de Tlaxcala, Héctor Israel Ortiz Ortiz, mencionó que es un día de júbilo para el estado por la reapertura de la zona, destacó el entusiasmo reflejado en los trabajos que se realizaron. Hizo énfasis en que la conservación de las zonas arqueológicas es un esfuerzo común de todos los mexicanos y reiteró el apoyo incondicional de su gobierno con el INAH.
Con ello, a partir del 30 de abril de 2008, el público podrá admirar nuevamente el colorido de los murales, la belleza de las celosías y la magnificencia del basamento concentrados en el lugar, además de la zona arqueológica vecina Xochitécatl, donde disfrutará de estructuras de menor tamaño pero de la misma importancia histórica.
El Instituto concluyó el programa de mantenimiento y limpieza integral de la zona arqueológica, en el marco del Programa de Prevención de Desastres en Materia de Patrimonio Cultural (PREVINAH), cuyas tareas comprendieron la ejecución de acciones para prevenir la corrosión y oxidación de los cerca de 11 mil metros que comprende el techo metálico, así como de los elementos mecánicos, incluidos los tensores que lo soportan.
Asimismo, se concluyeron las labores de saneamiento del lugar, que consistieron en el retiro de cerca de 50 toneladas de hierros retorcidos y escombros, y más de tres mil costales de cacahuatillo y arena, colocados tras el colapso parcial de la techumbre para proteger el basamento prehispánico. Cabe recordar que la estructura metálica registró un colapso parcial a consecuencia de la inusitada granizada que ocurrida el 21 de mayo de 2007, y que provocó el desplome del extremo sur, así como afectaciones menores en la parte norte.
El diseño del nuevo armazón, con el que se restituyó la parte afectada, respetó las características del anterior, modificando lo referente a las inclinaciones para facilitar el desalojo de las aguas pluviales y eventuales granizadas que pudieran presentarse en el futuro [photograph: Héctor Montaño/INAH].

A su vez, expertos en conservación y restauración del INAH procedieron al desembalaje de los elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos del sitio prehispánico, que fueron protegidos ante la contingencia. De manera meticulosa los expertos retiraron cada tabla de madera y materiales impermeables que constituyeron cada uno de los encofrados con los que se aislaron muros, columnas, banquetas, pisos estucados y pinturas murales, a efecto de evitar que sufrieran daños durante los trabajos de reposición del techo metálico y como protección en contra de la intemperie.
Atención particular han recibido los murales por parte de los restauradores, en primera instancia, para lograr su estabilización al momento en que fueron desembalados, con el fin de que no se vieran afectados por el cambio en las condiciones del microclima que se generó en torno a ellos, durante el tiempo que estuvieron resguardados. Las pinturas conocidas como La Batalla, el Templo Rojo y el Templo de Venus seguirán siendo objeto de labores de conservación y monitoreo de las condiciones de temperatura y humedad, sin que ello signifique que el público no pueda admirarlos.
Cabe mencionar que al estar sobre un basamento de adobe, el sitio arqueológico suele estar sujeto a los movimientos naturales del terreno. Para darle solidez, arqueólogos del INAH, desde el año pasado, trabajan en la creación de un muro perimetral de piedra con el cual, también se busca frenar su deterioro en la medida de lo posible. En las partes sur y surponiente, se logró concluir la construcción de este muro y, durante 2008, continuará su edificación en las áreas restantes (source INAH - Sala de Prensa). Also check the report in La Jornada and this report in Milenio.

For your convience: The site of Cacaxtla is open to the public from 8:00 to 17:30 hrs. The admittance fee is 46 pesos. Cacaxtla is located to the southeast of Mexico City and can be reached by taking the tollroad from Mexico City to Puebla, taking the detour in the city of San Martín Texmelucan, then passing through the towns of Villa Alta, San Mateo Ayecac, Tepetitla, San José Atoyatenco and San Miguel Xochitecatitla, and ultimately turning left towards San Miguel del Milagro. Follow the signs for "Cacaxtla - Sitio Arqueologico."

Monday, April 28, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 33: Mexico DF - Exhibit "Coyolxauhqui y el Templo Mayor, 30 años reconstruyendo el pasado: 1978-2008" Inaugurated
Yesterday, Sunday April 27, 2008, the Instituto Nacional de Antropologia e Historia posted a short report on the recently inaugurated exposition entitled Coyolxauhqui y el Templo Mayor, 30 años reconstruyendo el pasado: 1978-2008. This special exhibit is hosted at the Museo del Templo Mayor in Mexico City until August 31, 2008, and features over 90 objects, many of which have never before been exhibited before (edited by AMaNU):
Resume muestra 30 años de arqueología en el centro histórico - En febrero de 1978, cuando trabajadores de Luz y Fuerza del Centro se toparon con el monolito de Coyolxauhqui, difícilmente imaginaron que este hallazgo derivaría en la expropiación de más de 3 mil 500 m² del Centro Histórico de la capital mexicana, así como en el establecimiento de un proyecto de investigación que ha brindado múltiples luces sobre la cultura mexica.
A 30 años de distancia, en opinión de Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Proyecto Templo Mayor "representa uno de los esfuerzos más importantes de la arqueología mexicana contemporánea, considerando la rigurosidad científica que ha podido alcanzar". Al inaugurar la exposición temporal Coyolxauhqui y el Templo Mayor. 30 años reconstruyendo el pasado. 1978-2008, el titular de la institución consideró que esta calidad en el estudio sobre la civilización mexica, se encuentra garantizada debido al intercambio de conocimientos entre especialistas de renombre y los nuevos cuadros de investigadores. "En el contexto mundial, los expertos del Proyecto Templo Mayor trabajan, codo a codo, con investigadores de todas las naciones. De suerte que la arqueología mexicana, con un relevo generacional muy visible, representa la seguridad de consolidar una gran cantidad de información acerca de nuestro pasado", expresó.
En ese sentido, el profesor Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del INAH y fundador del Proyecto Templo Mayor, hizo énfasis en los ciclos de conferencias resultado también de este programa y que han permitido el intercambio entre historiadores, biólogos, químicos, restauradores y, por supuesto, arqueólogos. "Un común denominador de esta conmemoración es, precisamente, el hecho de reunir a diversas generaciones de especialistas. Y así, desde estudiosos consagrados y reconocidos por sus aportes a la cultura azteca, hasta jóvenes alumnos que se inician bajo prometedores augurios, son muestra palpable de que hay un futuro promisorio para las labores por desarrollar".
De esa manera, hasta el 31 de agosto, quien visite el Museo del Templo Mayor podrá apreciar una retrospectiva compuesta por alrededor de 90 piezas -algunas nunca antes vistas-, gráficos, así como videos que recrean virtualmente la disposición de los espacios del antiguo centro ceremonial tenochca.
En Coyolxauhqui y el Templo Mayor…, sobresalen 4 almenas monumentales [illustrated above, photograph: Mauricio Marat/INAH], las cuales posiblemente remataron un calmécac o escuela de nobles mexicas. También se aprecian fragmentos de dos figuras que representan a las deidades Mictlantecuhtli y Xiuhtecuhlti, un Cuauhxicalli o recipiente en forma de águila, y la Piedra de la Librería Porrúa, conocida como La biznaga. Inclusive, el visitante conocerá la "paleta" original de la escultura de Coyolxauhqui. Luces especiales -proyectadas sobre el monolito original- recrean su cromática primaria, la que estuvo compuesta por rojo, ocre, azul, blanco y negro.
A su vez, el público será recibido desde la entrada a la zona arqueológica, por una réplica coloreada.Carlos Javier Gonzaléz, director del Museo del Templo Mayor, recordó que durante la primera temporada de campo derivada del descubrimiento de Coyolxauhqui, bajo responsabilidad de Matos Moctezuma entre 1978 y 1982, se ubicaron 7 etapas constructivas del edificio y 110 ofrendas compuestas por más de 7 mil objetos. Finalmente, en 1987, el monolito fue trasladado a su lugar de honor en el recinto. Tal novedad provocó que el Museo del Templo Mayor superara en visitas al Museo Nacional de Antropología, durante su primer mes de funcionamiento; así mismo, destacó que es el tercer museo del INAH en haber recibido, al año, un promedio de 12 millones personas.
Sin embargo, las labores de estudio no se detuvieron en 1982, continuaron otras cinco temporadas de excavación del Proyecto Templo Mayor (la séptima se lleva a cabo actualmente en el predio Ajaracas-Campanas), así como el Programa de Arqueología Urbana, con lo que se ha incrementado colección del museo y se han intensificado los trabajos de investigación. "Puede decirse, sin titubeos, que el del Templo Mayor es el proyecto más fructífero en la historia de la arqueología mexicana, avalan lo anterior más de 30 tesis profesionales -muchas derivadas en publicaciones-, así como más de 300 fichas bibliográficas producidas por los investigadores del proyecto", concluyó.
For your convenience: Museo del Templo Mayor, one block from the Zocalo in Mexico City, has its visiting hours from 09:00 to 17:00 hrs., daily from Tuesday to Sunday. Entry fee is 48 pesos per person. Free entry for children under the age of 13 and adults above the age of 60, as well as for students and teachers with credential or Plan Joven card. On Sunday free admittance for all Mexican nationals (source INAH - Sala de Prensa).

Wednesday, April 16, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates - Exclusive - 2008, No. 1: "Las Choapas," Veracruz - Description of the Recently Discovered Stone Carving
In Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 29 (April 5, 2008), the report by the Instituto Nacional de Antropologia e Historia of April 4, 2008, was posted on the recent discovery of a monolithic stone fragment depicting a skeletal personage, putatively associated with a dot-and-bar numeral. Ancient MesoAmerica News Updates is honored to present the following report, posted upon request by archaeologist Carlos Pallán, AGIMAYA-INAH glyphic documentation project director, Coordinación Nacional de Arqueología, Mexico City, dated April 15th, 2008 (nota bene: rubbing elaborated by Proyecto Arqueologico Las Choapas INAH-Comesa-Pemex, Jaime Cortés-Hernández, Director; image courtesy of AGIMAYA-INAH/Archivo Técnico Image Database, Coordinacion Nacional de Arqueologia, Mexico, 2008; for research purposes only, any other uses strictly prohibited):
A stone carving of considerable size was recently found at an archaeological site in Veracruz (tentatively referred to as “Las Choapas” here) which precise location is being deliberately concealed in order to avoid further damage to the vestiges or the risk of looting. Suffice it to say that it is located near kilometer 47 of the highway that goes from Raudales, Chiapas, to the main municipality of Las Choapas, Veracruz, inside the ejido San Miguel de Allende, comprising an extension of 60 hectares. The terrains border the municipalities of Huimanguillo, Tabasco and Ostuacán, in Chiapas. The archaeological project responsible of the important findings to be discussed is affiliated to Centro INAH Veracruz, and was directed by archaeologist Jaime Cortés Hernández, in collaboration with archaeologist Raúl Jiménez Huerta. This extensive project involved the topographic mapping and delimitation of over 120 sites and was performed in collaboration with Compañía Mexicana de Exploraciones (Comesa), as well as partially financed by Petróleos Mexicanos (Pemex).

Preliminary commentary on the iconographic motif depicted - Given that for the time being any information about associated archaeological materials is extremely scant and that the majority of sites found within the Ejido San Miguel de Allende present vestiges that were initially described as “Preclassic” by the archaeological team that first reported them –led by archaeologist Cortés- it would seem reasonable to start exploring the associations of this remarkable carving with other known motifs dating from the Middle to Late Preclassic to the Protoclassic and Early Classic.
This large stone carving was apparently intended to be understood from a right to left perspective, given that the main head-variant sign and other discernible elements are facing to the right. The main sign is clearly the representation of a skull which I shall describe as “anthropozoomorphic” in order to avoid any premature identifications with a particular entity or animal. It shows a noticeably defleshed jaw articulation and an opened eye which tends to discard straightforward associations with known Mesoamerican ‘death gods’ (i.e. Schellhas’ God A or other Maya skeletal supernaturals). That the entity depicted had a supernatural character seems to be indicated by the presence of an earflare. Additionaly, it shows a ‘bracket’ element in the upper head not unlike those of some Maya signs such as T1016 (God C’s head) and sign SNA in (Macri and Looper 2003: 164).
A ‘fire’ volute extends forward from the supernatural’s brow or nose. It can be compared with sign T122, although its shape is more symmetric. It could be said at this point that the motif of a ‘fire’ or ‘breath’-exhaling skull is not completely unknown within Maya iconography and writing. Some of its most common occurrences can be found as part of the Dedicatory Formula (PSS) on vessels represented by the sign T1049 (or SCE in Macri & Looper 2003: 158). Unfortunately, we still lack –to my knowledge- sufficient Early Classic and sculptural examples to make a more productive comparison with the stone relief from Las Choapas.

(photograph source: EnlaceVeracruz212. Periodismo de Investigación)

Above the crown of the head, an apparent ‘sprouting’ or ‘tufting’ vegetal motif can be discerned, perhaps reminiscent of semi-arid plants more common towards the Central Mexican plateau (cf. Taube 2000: Fig. 17a,b). It bears a certain resemblance with some depictions of Panmesoamerican day-signs ‹REED› or ‹FLOWER› (see for example Xochicalco St. 1; Los Horcones St. 2). Almost touching the occipital region behind the head there is an element which arguably could correspond to a bar-and-dot coefficient. If this is so, and Judging from the length of both the bar element and the relative spacing between the dot elements, the intended value could have been originally ‹EIGHT›, instead of ‹SEVEN›. Immediately behind this purported numeral, although unaligned with it or any of the other signs, another ‘scroll’ appears, only this time closely resembling the Maya sign T126.
The overall composition strongly gives the impression of being either: 1) fully iconographic in nature, with no associations to a particular language or perhaps: 2) a particular toponym, anthroponym or theonym rendered through an ‘emblematic’ writing tradition, a trait that, despite being more common amongst central Mexican Early-Classic to Late-Postclassic civilizations (cf. Taube 2000: Fig. 20), it was also readily adopted and/or emulated by some cultures that interacted with the former. Less likely, it could also involve 3) a compound where iconographic motifs were intertwined with glyphic signs (i.e. headdresses containing elements of glyphic proper names in Zapotec or Mayan traditions, etc.). However tempting, I shall avoid for the time being to establish premature associations between the purported coefficient of ‹EIGHT› with the vegetal-like motif that might produce misleading calendric dates (i.e. ‹EIGHT-REED›), given that no clear reading order, alignment or indication exists between these two elements to suggest that they were intended to be read together.
A preliminary official INAH’s pronouncement about the stone carving and cultural affiliation can be consulted at CONACULTA).

Wednesday, April 9, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 32: Cacaxtla Archaeological Site Soon To be Re-Opened [Updated April 11, 2008]]
On May 21, 2007, a violent hailstorm damaged the protective roof at the site of Cacaxtla, part of the roof even collapsed. For close to a year specialists of the Instituto Nacional de Antropologia e Historia have worked on replacing the protective roof, researching and protecting the valuable painted murals, and solidifying the abobe brick platform on which the vestiges can be found, as was reported yesterday, Tuesday April 8, 2008, on the INAH website (edited by AMaNU):
Alista el INAH reapertura de Cacaxtla - los próximos días, el público podrá admirar nuevamente el colorido de los murales La Batalla y El Templo Rojo, con la reapertura de la Zona Arqueológica de Cacaxtla, que en breve llevará a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Lo anterior será posible, una vez que se concluyeron los trabajos de colocación de las últimas láminas en los lados sur y norte de la gran techumbre metálica, así como del desembalaje de las estructuras prehispánicas. La ceremonia de reapertura de la zona arqueológica, tendrá lugar en una fecha por determinar, para lo cual la Dirección General del INAH, acuerda con el gobernador de la entidad, Héctor Ortiz Ortiz, el día y la hora. Mientras tanto, el Instituto concluyó el programa de mantenimiento y limpieza integral de la zona arqueológica, cuyas tareas han comprendido la ejecución de acciones para prevenir la corrosión y oxidación de los cerca de 11 mil metros que comprende el techo metálico, así como de los elementos mecánicos, incluidos los tensores que lo soportan.
Asimismo, se concluyeron las labores de saneamiento del lugar, que consistieron en el retiro de cerca de 50 toneladas de hierros retorcidos y escombros, y más de tres mil costales de cacahuatillo y arena, colocados tras el colapso parcial de la techumbre para proteger el basamento prehispánico. Cabe recordar que la estructura metálica sufrió un colapso parcial a consecuencia de la inusitada granizada que se registró el 21 de mayo de 2007, y que provocó el desplome del extremo sur, así como afectaciones menores en la parte norte.
El diseño del nuevo armazón con el que se restituyó la parte afectada, respetó las características de la anterior, modificando lo referente a las inclinaciones para facilitar el desalojo de las aguas pluviales y eventuales granizadas que pudieran presentarse en el futuro. A su vez, expertos en conservación y restauración del INAH, procedieron al desembalaje de los elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos del sitio prehispánico, que fueron protegidos ante la contingencia.
De manera meticulosa los expertos retiraron cada tabla de madera y materiales impermeables, que constituyeron cada uno de los encofrados con los que se aislaron muros, columnas, banquetas, pisos estucados y pinturas murales, a efecto de evitar que sufrieran daños durante los trabajos de reposición del techo metálico, y como protección en contra de la intemperie.
Una atención particular, han recibido los murales por parte de los restauradores, en primera instancia para lograr su estabilización, en el momento en el que fueron desembalados, con el fin que vieran afectados por el cambio de las condiciones del microclima que se generó en torno de ellos, durante el tiempo que estuvieron resguardados. Las pinturas conocidas como La Batalla, el Templo Rojo y el Templo de Venus seguirán siendo objeto de labores de conservación y monitoreo de las condiciones de temperatura y humedad, sin que ello signifique que el público no pueda admirarlos.
Cabe mencionar que al estar sobre un basamento de adobe, el sitio arqueológico suele estar sujeto a los movimientos naturales del terreno. Para darle solidez, arqueólogos del INAH, desde el año pasado trabajan en la creación de un muro perimetral de piedra, con el cual también se busca frenar su deterioro en la medida de lo posible. En las partes sur y surponiente, se ha logrado concluir la construcción de este muro, y durante este 2008 continuará su edificación en las áreas restantes (source INAH - Sala de Prensa).
Yesterday, Thursday April 10, 2008, the INAH posted an additional report on the consolidation and restoration work that has taken place on the famous murals at Cacaxtla (edited by AMaNU):
Pinturas de Cacaxtla brillan de nuevo - Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) retiraron los embalajes que protegieron durante varios meses, las pinturas murales de la zona arqueológica de Cacaxtla, lapso en el que se han llevado a cabo las reparaciones de una parte de la techumbre que resultó afectada por una fuerte granizada el 21 de mayo de 2007.
Conjuntos pictóricos como las Batallas por el Poder, el Templo de Venus, el Templo Rojo y el llamado edificio de las Jambas, donde existen pinturas de caballeros águila y jaguar, entre otros, fueron objeto de protecciones temporales que preservaron su belleza y los mantuvieron intactos y a salvo de cualquier contingencia que se pudiera presentar. La encargada de los trabajos, Diana Molatore, investigadora del INAH y actualmente directora del Museo Regional de Tlaxcala, explicó las estrategias que se siguieron para obtener un óptimo resguardo de las pinturas.
“La protección que se les aplicó a las pinturas consiste en papel silicón o kraft para cubrirla y a su vez, una capa de hule espuma o placas de poliestileno, a manera de amortiguación para prevenir daño por impactos y, posteriormente, dos placas de madera con una más de poliestileno en medio, para mayor seguridad”. Los encargados de la manufactura y colocación de los cajones, que protegieron tanto elementos pictóricos como arquitectónicos y esculturales, fueron especialistas en restauración y conservación del INAH, y ellos mismos se encargaron de retirar los embalajes con técnicas que no dañaran las estructuras.
Se debe mencionar que los materiales utilizados permitieron a las pinturas respirar y mantener temperaturas que resultaron en una óptima conservación de las mismas, resultado que se pudo corroborar una vez que vieron la luz de nuevo. Según Molatore, la belleza y claridad en los trazos y colores de los murales de Cacaxtla, son un caso particular. Destacó que, a pesar del las intervenciones que se hicieron en décadas pasadas, la conservación y estética visual que preservan es impresionante, a pesar de los contratiempos.
En el edificio de las Jambas, macizos laterales de un hueco hecho en la pared, las representaciones en colores como verde agua, amarillo y blanco, entre otros, resaltan por su claridad y luminosidad. De igual manera, destaca un relieve hecho en barro, el cual, según los especialistas, fue añadido en una época posterior al esplendor de la ciudad (700 d. de C.).
Además del cuidado que se les procuró a las pinturas, se cubrieron también los pisos con materiales que previnieran cualquier afectación a los mismos. “Se les puso papel, hule espuma y neopreno para poder pisar sin dañarlos, ya que son bruñidos y tienen acabados de estucado muy fino.”
En total son once los murales repartidos en distintas partes de la zona; cinco en el edificio “A” o de las Jambas, el de las Batallas, repartido en dos tramos; el Templo Rojo, en dos muros y glifos en la banqueta; el Templo de Venus, compuesto por dos columnas pintadas, y uno pequeño llamado “de la escalera”, situado en el extremo sur del sitio.
Es igualmente admirable la celosía que sobresale en una de las habitaciones, la cual presenta un reticulado casi perfecto que bien podría considerarse contemporáneo por su construcción y su inigualable conservación. Sin embargo, según los especialistas, fue construido en la misma época que el Templo de Venus y el Templo Rojo. Diana Molatore hizo énfasis en la capacidad de coordinación que se mantuvo todo el tiempo por parte de especialistas y trabajadores en la zona para sacar adelante los trabajos de reparación.
En fecha próxima, el público podrá disfrutar de las pinturas murales de Cacaxtla, una vez que la zona sea reabierta después de varios meses de trabajos. El INAH alcanza sus objetivos de conservar, preservar y difundir el patrimonio cultural de México, siempre a favor de la sociedad mexicana, y Cacaxtla es un claro ejemplo (source INAH - Sala de Prensa).

Sunday, April 6, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 31: Collection of Stolen Artifacts Returned to Mexico [UPDATED April 9, 2008]
On March 12, 2008, I reported at Maya News Updates (2008, No. 14) on the return of a large collection of Prehispanic objects from the United States to Honduras, which originated from the island of Roatan. Recently a large collection of illegally excavated and smuggled Precolumbian artifacts was returned to Mexico, as was reported by The Dallas Morning News on Wednesday April 2, 2008. The collection, largely containing objects that have seized by US customs, includes objects from many of the culturally important areas in Mexico, including the Zapotec and Olmec areas (edited by AMaNU):
Smuggled artifacts stored in Dallas customs vaults returned to Mexico - A treasure-trove of about 100 artifacts, believed to be pre-Columbian, is on its way to Mexico, its presumed home, U.S. customs agents and Mexican diplomats said Tuesday.
Among the antiquities is a stone mask of a broad-featured man, which is believed to come from the Olmec civilization, the oldest in the Americas, and it dates as far back as 1000 BC, experts said. Other items include figurines in jadeite, precious stones symbolically linked to fertility for the people of ancient Mesoamerica and once valued more than gold.
"We're so very happy about the return of these pieces," said Eduardo Rea Falcón, the consul in charge for Mexico's diplomatic post in Dallas. "It is unfortunate that through looting and robbing, these items fell into private hands." But when the experts at Mexico's National Institute for Anthropology and History unpack the goods, they may unravel far more significant mysteries, as authentication deepens, he said. "They may find something of incalculable value," Mr. Rea said.
Equally mysterious is the trajectory of the smuggled artifacts into the Dallas vaults of U.S. Customs and Border Protection. The goods represent several seizures in Texas and New Mexico, including an initial seizure in 2001, said Carlos Fontanez, a CBP spokesman in the Houston office. But Mr. Fontanez gave few details to the whodunit tale. No one has been charged with smuggling the goods into the U.S., he said, though it is illegal to traffic in antiquities under U.S. law. Since 1827, Mexico has prohibited the exportation of archaeological items.
Some of the seizures were made by the Department of Homeland Security's Immigration and Customs Enforcement. It has recently returned cultural antiquities such as a 2,300 year-old vase from Italy seized at the Getty Museum, and an entire 16th-century Mexican altar seized in Santa Fe, N.M., according to ICE news releases.
Mexico has long been an archaeologists' paradise. But the sleuths of civilizations past warn that Mexico is rife with those who make replicas of items and attempt to pass them off as authentic. Looting inspires intense condemnation. "As archaeologists, we strongly hold that looted artifacts should not be allowed to be imported into the United States, and we celebrate the interdiction of such artifacts by U.S. Customs," said David Freidel, a professor in the Anthropology Department of Southern Methodist University. "Mexico is very richly blessed with extraordinary pre-Columbian art... highly coveted by private collectors who are ready to purchase from unscrupulous dealers. It is a terrible problem."
Shown slides provided by U.S. Customs, Dr. Freidel said he believed the mask was probably Olmec, but he questioned whether some of the artifacts were from Mexico, or Central America. A spokesman at Mexico's Institute of Archaeology and History noted that no Mexican archaeologist has physically seen the pieces and they still need to be verified.
Robert Drolet, an archaeologist with the Corpus Christi Museum of Science and History, said he surveyed about a dozen items in 2001, when the first seizure was made. Only three were Mexican and all were memorable, he said. They included the stone mask, which has etchings on the cheeks – a sign of an early Olmec writing system – and he identified a crawling baby and a cupped hand, rendered in jadeite. All came from the Olmec civilization, whose territory is now largely Veracruz and Tabasco .
"It is a remarkable collection," Dr. Drolet said. They are fantastic museum pieces. It would have been nice to have some sort of information about how the person it was seized from got it. ...Many of those Olmec artifacts must have come from monumental art sites." Dr. Drolet said he was baffled by the delay in returning the objects to Mexico, which he was told were seized in South Texas.
Part of the delay in the return of the items came from the authentication of the goods, said Mr. Rea, the Mexican consul. And the diplomat estimated that the repatriation of the cultural treasures was one of the largest ever for the Mexican government. Mr. Fontanez acknowledged the delay in the return of the goods stemmed from the authentication process. "When someone brings an artifact in, someone has to determine that this is the original stuff," he said. Among the "original stuff" are bows with arrows, sandals, textiles and funerary urns. "We don't doubt that there are pieces that are full of surprises," Mr. Rea said (written by Dianne Solís, with a contribution by Javier García; source The Dallas Morning News).
Today, Wednesday, April 9, 2008, the online edition of the daily Mexican newspaper La Jornada reported on the return of the archaeological objects to Mexico (edited by AMaNU):
México recibe vestigios decomisados en Dallas, Texas - Un lote de aproximadamente 100 piezas arqueológicas decomisadas en 2001, en el Aeropuerto de Dallas, Texas, reportadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hasta 2007, están de regreso a nuestro país, comentó Alfonso de Maria y Campos, titular del organismo.
Este martes 8 de abril, el funcionario –junto con la arqueóloga Laura Pescador– recibió dicho lote en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Entre las piezas se encuentran “fragmentos de textiles, cestería, céramica y algunos artefactos para pesca y caza, así como algunas ar-queológicas”, dijo De Maria.
La importancia de este material, explicó Pescador, “radica en que muy pocas veces, por el clima, se llega a conservar. Es una colección de materiales perecederos muy difícil de recuperar”. De acuerdo con el dictamen de los especialistas, “la mayoría de las piezas son originarias del norte del país” (written by Carlos Paul; source La Jornada).

Saturday, April 5, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 30: Nevado de Toluca - The Laguna de la Luna Related to Lunar and Pulque Deities
In 2007 several very important archaeological discoveries were made by INAH specialists at the Laguna de la Luna, Nevado de Toluca. These findings were described in several previous news updates (Ancient MesoAmerica News Updates 2007, Nos. 11, 12, 14, 23, 25, and 86). Yesterday, Friday April 4, 2008, the Instituto Nacional de Antropologia e Historia posted a report in which some of the findings are related to lunar and pulque deities (edited by AMaNU):
Vinculan Laguna de la Luna con deidades lunares y del pulque - La Laguna de la Luna, cuerpo de agua ubicado en el Nevado de Toluca, podría haber sido motivo de ritos asociados con las divinidades femeninas y masculinas de la luna y el pulque, en el México prehispánico, y no con Tláloc; esto, conforme al hallazgo de cuatro petrograbados, representación de un yecametztli (nariguera en forma creciente) en su orilla norte, atuendo característico de esas deidades.
Uno de los dilemas a que se enfrenta el equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dedicados a la investigación en este lugar, es que pese a lo referido en fuentes, sobre la presencia de efigies de Tláloc en sitios de alta montaña, en la Laguna de la Luna, éstas no han aparecido. De acuerdo con la identificación realizada por el doctor Francisco Rivas Castro, del INAH, es la primera ocasión en que petroglifos que aluden a los yecametztli se registran a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.
Arturo Montero, codirector del Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca —iniciativa que tendrá una segunda temporada a partir de octubre de este año—, dio a conocer que, en este caso, los yecametztli están labrados en piedra y poseen una forma muy básica, como si fuera una boquita sonriente, con una extensión promedio de 10 centímetros.
Todavía más interesante, “en temporada de lluvia, los yecametztli se encuentran sumergidos, y en periodo de seca, están expuestos. Durante ‘las aguas’, la Laguna de la Luna gana dos metros en profundidad, y puede abarcar hasta 30 metros en extensión. En ese momento los yecametztli están ocultos.”
“Entonces, pareciera que el nombre de Laguna de la Luna, no es algo tan fortuito, y que podría corresponder a una tradición mucho más antigua, vinculada incluso a la predicción del clima y al ciclo agrícola. Hablamos de un diagnóstico en que eran interpretados el movimiento de los astros, y su influjo sobre la montaña y el agua”, explicó Arturo Montero.
Esta dinámica, dijo, podría abrir una nueva línea de estudio dentro del proyecto, y una de las principales interrogantes a resolver, sería el porqué de la ausencia de Tláloc. El arqueólogo señaló que entre los datos asentados en el informe de la primera temporada de campo, efectuada en 2007, está la catalogación de las piezas de copal, son 78 fragmentos en forma de conos, esferas, y barras; la más grande mide 35 centímetros y pesa 5 kilos 600 gramos.
“Hemos reconocido —apuntó—, formas de copal que aparecen en códices como la Matrícula de Tributos, entre ellos los totomoxtle, es decir, que el copal se envolvía en una hoja de maíz, adquiriendo la apariencia de un tamal”. Tanto el copal como las púas de maguey, descubiertos en la Laguna de la Luna, son estabilizados actualmente en las instalaciones de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, debido a su fragilidad. Y en el caso particular de las púas, es posible que correspondan a dos especies distintas de maguey.
Luego de su consolidación, estos materiales orgánicos serán devueltos al equipo de expertos para su análisis. El estudio concreto del copal, a cargo de la bióloga Aurora Montúfar, podría arrojar nuevos datos sobre la temporalidad y el origen de estos hallazgos. Por el momento, se piensa que este copal de ofrenda procede de la región de Guerrero.
Asimismo, la datación de estos descubrimientos se ha ubicado para el Posclásico (1200/1300-1521 d.C.), conforme la ubicación de cerámica esencialmente matlatzinca y mexica. Arturo Montero concluyó que durante la segunda temporada del Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca, se utilizará un sonar con el objetivo de no remover el sedimento de la Laguna de la Luna, y poder localizar piezas completas de cerámica y lítica, lo que hasta ahora no ha ocurrido (source INAH - Sala de Prensa).
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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 29: Las Choapas, Veracruz - Archaeological Vestiges Found in February 2008 not Maya
Research by INAH archaeologist at Las Choapas, in the Mexican state of Veracruz, has brought to light a Prehispanic settlement. One of the major finds is a monolithic stone fragment depicting a skeletal personage and a dot-and-bar numeral 7. Through a miscommunication the find became associated with the Maya, but as the April 4, 2008 report below explains, this is not the case (edited by AMaNU):
Malententido mediatico, "ciudad maya" en Veracruz - Con relación a la supuesta "ciudad maya", localizada en el municipio de Las Choapas, Veracruz, dada a conocer recientemente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desea precisar que hasta el momento no existe ninguna excavación arqueológica que permita determinar que se trata de un sitio prehispánico de la cultura maya.
Efectivamente, se trata de un conjunto de elementos que se presumen prehispánicos, diseminados en una extensión aproximada de 60 hectáreas, en el ejido San Miguel Allende, en el estado de Veracruz. Los terrenos colindan con los municipios de Huimanguillo, en Tabasco; y Ostuacán, Chiapas, donde se realizaron hasta febrero de 2008, tareas de exploración por parte del Centro INAH Veracruz para determinar la presencia de vestigios arqueológicos.
El arqueólogo Jaime Cortés Hernández, investigador del INAH y responsable del Programa de Supervisión Arqueológica y de Exploración Sísmica "Herradura 3D" en esa zona, aclaró que la versión difundida entre los medios de comunicación sobre la existencia de una "ciudad maya" se suscitó por un malentendido.
Lo anterior, se derivó a partir del hallazgo de una pieza monolítica que presenta un personaje descarnado, y en la parte posterior una inscripción con puntos y barras. "Esta representación no es común en esta región que fue ocupada por los zoques, pero sí en el área maya, donde se le conoce como Vucub Came, y lo relacionan con la muerte", explicó el investigador.
Ello no significa que el sitio sea de filiación maya, porque en realidad hubo una interacción cultural y social entre estos pueblos y los de la península. El sur de Veracruz está enclavado en lo que fue parte de la ruta de tránsito comercial entre la costa de la región del Sotavento hacia las Tierras Altas de Chiapas y Tabasco, donde además culturalmente se tienen elementos olmecas y zoques.
El investigador sostiene que los vestigios encontrados en el municipio de las Choapas no parecen tener origen en la cultura maya; por el contrario, sugiere que debido a la orografía y la posición del conjunto, el sitio podría compararse arqueológicamente a la tradición zoque, particularmente a Malpasito, Tabasco.
Al respecto, Carlos Pallán Gayol, director del Proyecto de Acervo de Glífica e Iconografía Maya (Agimaya) del INAH, señaló que los indicios para plantear una ocupación maya en este sitio que se ubica en el municipio de Las Choapas no son concluyentes. Hay amplia evidencia de que en esa zona de Veracruz habitaban otras culturas que podían producir vestigios arqueológicos similares a los mayas. "En este caso, tenemos testimonios de las culturas mixezoquiana, istmeña o epiolmeca que habitaron la región, de acuerdo con otros elementos arquitectónicos que se han encontrado en esta parte del país, y que no corresponden a la cultura maya".
Los pueblos istmeños tuvieron contacto con los mayas, seguramente había una gran interacción porque hay un gran corredor cultural, por el que se comunicaban civilizaciones del Golfo de México hasta Centroamérica. Este sitio veracruzano, está ubicado cerca de esta antigua ruta.
Los rasgos que presenta la escultura monolítica en un análisis preliminar pueden explicarse como producida por otras culturas, no necesariamente la maya. La imagen principal consta de un cráneo descarnado, convención que era común en Mesoamérica en general. El rostro presenta además atributos como una orejera, y en la parte frontal se detecta una voluta que se expande y surge entre la nariz y los ojos, que pueden referir al fuego o el aliento.
En el extremo superior de la cabeza de observa un elemento vegetal no identificado, posiblemente relacionado con un topónimo. Asimismo, en la parte posterior se percibe una barra y dos puntos, sin que hasta el momento se haya determinado si se trata de una inscripción numeral. "Primero hay que precisar si se trata de iconografía o de escritura. En este primer análisis todo apunta a que está relacionado con la codificación gráfica de una idea mediante convenciones iconográficas, no necesariamente vinculado con una lengua, porque no hay un orden de lectura definido", consideró Pallán Gayol.
Este tipo de inscripciones no es exclusivo del área maya, porque también se han encontrado en el sistema de escritura istmeño o epiolmeca, que corresponde a esta región de Veracruz. Existen evidencias de que este grupo cultural manejaba el punto y la barra, en monumentos como la Estela de la Mojarra, la Estela C de Tres Zapotes o la Estatuilla de los Tuxtla, todas ellas en lo que hoy se conoce como Veracruz.
Los grupos epiolmecas se desarrollaron durante el Periodo Protoclásico, entre el año 0 y 200 d.C., relacionados con otras culturas contemporáneas, incluida la maya. "Era una serie de pueblos que coexistían y tenían elementos comunes, como el uso de la barra y el punto", acotó el director del Proyecto Agimaya, Pallán Gayol. En el sitio arqueológico ubicado en el municipio de Las Choapas, Veracruz, donde se han detectado alrededor de cien estructuras prehispánicas, actualmente no se realiza ningún trabajo de exploración o excavación por parte del INAH.
No obstante que el lugar está inaccesible al público a cuatro horas de la cabecera municipal, por brecha- y sólo puede accederse en helicóptero, este Instituto busca la colaboración de las autoridades municipales de Huimanguillo, en Tabasco; Ostuacán, en Chiapas, y Las Choapas, en Veracruz, para vigilar y proteger el sitio y evitar un eventual saqueo"(source INAH - Sala de Prensa).