Tuesday, May 20, 2008

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Ancient MesoAmerica News Updates 2008, No. 41: Mexico, DF - Series of Lectures "Grandes Ciudades del Centro de México"
Yesterday, Monday May 19, 2008, the online edition of the daily Mexican newspaper La Jornada provided two short reviews of lectures presented as part of the series "Grandes Ciudades del Centro de México" One lecture was presented by Leon-Portilla on the city of Tula, the mythical/historical figure named Quetzalcoatl, and its role in Maya history, while another lecture was presented by Matos Moctezuma on urban similarities between Teotihuacan, Tula, and Mexico-Tenochtitlan (edited by AMaNU):
Los toltecas influyeron en la cultura maya: León-Portilla - La civilización tolteca tuvo marcada influencia en el área maya, explicó el historiador Miguel León-Portilla durante la conferencia magistral que ofreció a propósito de la gran metrópoli que fue Tula, la cual aún mantiene importantes incógnitas entre las culturas mesoamericanas.
En el contexto del ciclo Grandes Ciudades del Centro de México, que se realiza en El Colegio Nacional, León-Portilla se refirió a la esplendorosa Tollan y a su legado social, político, religioso, arquitectónico y urbanístico en el pasado prehispánico. El mítico Quetzalcóatl, el Palacio Quemado, los imponentes atlantes, el juego de pelota, Tula Chico, los barrios, la traza urbana, las magníficas construcciones, las características del gobierno compartido, la iconografía y las referencias sobre la urbe pluriétnica y plurilingüística que era Tula fueron detallados por el historiador, quien estuvo acompañado por los investigadores Linda Rosa Manzanilla Naim y Eduardo Matos Moctezuma.
Los expertos y miembros de ese instituto hablaron durante este ciclo sobre tres urbes específicas: Teotihuacán, Tula y Tenochtitlán, de manera respectiva; cuyas culturas mantienen elementos comunes y semejanzas que las identifican en su historia, desarrollo y declive. “Lo que hoy sabemos sobre estas tres ciudades hace treinta años era impensable, y gracias a las investigaciones ha habido un avance tremendo en su conocimiento; es necesario conservar la perspectiva de continuidad y de procesos de larga de duración sobre la existencia de esas auténticas metrópolis y de una serie de interrelaciones.”
El mundo maya y el del altiplano seguramente mantuvieron relaciones en algún momento, ejemplificó. Sobre el mito de Quetzalcóatl, León-Portilla dijo que ha sido objeto de infinidad de elucubraciones: “se ha dicho que fue un vikingo y que era un hombre blanco y barbado, lo cual también ocasionó una de las grandes tragedias, que fue la equivocación de creer que (Hernán) Cortés era la Serpiente Emplumada”.
Sobre esta legendaria deidad, objeto de adoración en diversos puntos del país y épocas, el historiador develó hipótesis: “Del sacerdote, quien adoptó el nombre del dios de la serpiente emplumada en sus anales, le siguieron otros sacerdotes gobernantes que fueron tenidos como personificaciones del mismo Quetzalcóatl”. Un aspecto es evidente –prosiguió–: no es posible que fuera una misma persona a la que se refieren los textos que hablan de su entronización en Tula hacia fines del siglo noveno y quien tuvo que abandonar la metrópoli acusado por los seguidores de Tezcatlipoca al ocurrir la ruina de esa ciudad a mediados del siglo 11.
“Tampoco es sostenible que fuera el mismo quien gobernó en Tula y apareció siglos después en Yucatán, Guatemala y otros lugares; menos aún es aceptable que ya en el posclásico medio y aún después, debían recurrir a él porque desde diversos puntos buscaban legitimar su poder.”
Ante estas reflexiones, León-Portilla dedujo que el “nombre y título de Quetzalcóatl, también llamado Kukulcán y Gucumatz, fueron asumidos por varios personajes en razón de sus atributos y acciones que se hicieron acreedores” para encarnarlo (written by Ana Mónica Rodríguez; source La Jornada).
Destaca Matos similitudes urbanas de Teotihuacán, Tula y México-Tenochtitlán - La idea de que el territorio del México antiguo conocido como Mesoamérica era el espacio en el que se desarrollaba toda una civilización, pero integrada por culturas diversas que convivían entre sí y compartían rasgos comunes, quedó de nuevo manifiesta al abordarse uno de los aspectos de estas similitudes: el trazo urbano de sus ciudades.
Ello se infiere de una conferencia del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma sobre la ciudad de México-Tenochtitlán, en la que destacó que ésta compartía elementos con urbes anteriores, por ejemplo Teotihuacán, Tula y su gemela Tlatelolco, como la orientación de sus templos mayores al poniente o la realización de trazos y avenidas considerando como referencia los cuatro rumbos y el centro del universo.
Con la exposición de Matos Moctezuma, realizada el viernes pasado en El Colegio Nacional, concluyó el ciclo de conferencias Grandes Ciudades del Centro de México, en el que participaron los investigadores Linda R. Manzanilla Naim, quien el miércoles 14 habló sobre Teotihuacán, y Miguel León-Portilla, quien el jueves 15 abordó Tula.
De hecho, Manzanilla y León-Portilla comentaron la exposición de Matos y también contestaron preguntas del amplio público que suele asistir a esos ciclos de divulgación de El Colegio Nacional y que esa noche ocuparon además varias salas adjuntas a la principal, en las que se instalaron monitores. Autor de varios libros, entre ellos uno de los más recientes, precisamente titulado Tenochtitlán (FCE-El Colegio de México), y con excavaciones arqueológicas en diversos sitios, entre ellos el Templo Mayor de la antigua ciudad de México y los mencionados Tula y Teotihuacán, Matos Moctezuma se valió de imágenes de códices, mapas y planos coloniales y fotos.
La ciudad que subyace - Luego de abordar brevemente aspectos sobre el origen mítico de Aztlán y la fundación de Tenochtitlán, dijo que, por ejemplo, los espacios sagrados y sus templos mayores de la antigua ciudad eran replicados a menor escala en los barrios de la urbe lacustre, así como en las poblaciones más pequeñas que la rodeaban.
Comentó que los cuatros barrios principales de Teotihuacán, surgidos del cruce de las dos grandes calzadas, influyó también en un resultado similar en el trazo urbano de Tenochtitlán. Otro de los muchos elementos que aportó la ciudad de los dioses, cuyo esplendor se dio mil años antes del surgimiento de la capital mexica, que fue en 1325, es la presencia de esculturas sedentes del dios viejo y del fuego Huehuetéotl.
Y así siguió Matos su exposición sobre la ciudad antigua que “subyace” bajo la ciudad colonial y ciudad actual de México, de la que León-Portilla, al citar textos mexicas, dijo que “en tanto que dure el mundo, no acabará la gloria y la fama de México-Tenochtitlán”. El autor de Visión de los vencidos pidió después a Matos que diera más ejemplos de influencias entre las ciudades prehispánicas, y éste mencionó Cuicuilco, urbe mucho más antigua que tuvo su esplendor en los años 200-400 antes de Cristo.
Linda Manzanilla solicitó a Matos que diera una idea de qué tan multiétnica era la ciudad México-Tenochtitlan, lo que daría un reflejo del activo intercambio humano entre las diferentes culturas mesoamericanas. Y Matos respondió que en la capital del imperio mexica había extranjeros de todo Mesoamérica y, como otro ejemplo, recordó que cuando Hernán Cortés y su gente visitó el mercado de Tlatelolco, les llamó la atención que escucharan gran cantidad de otras lenguas que no eran el náhuatl.
Entre las varias participaciones del público resaltó la de una vecina de Azcapotzalco, quien pidió a los investigadores su intervención ante las autoridades del INAH para frenar la construcción de una unidad habitacional en un terreno de 48 mil metros cuadrados donde hay importantes vestigios arqueológicos. La respuesta de Matos fue positiva y los aplausos sellaron el compromiso (written by Arturo Jiménez; source La Jornada).

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