Ancient MesoAmerica News Updates 2011, No. 14: Mexico City - Teotihuacan Pyramid of the Sun Sculptured Stone To Be Exhibited
At the upcoming exhibition "Seis ciudades antiguas de Mesoamérica. Sociedad y Medio Ambiente," a monolithic stone sculpture from the Pyramid of the Sun at Teotihuacan will be exhibited for the first time. The stone was found in 2007, deposited in antiquity in a platform on the southeast of the pyramid, and was sculptured in the first to the second century A.D., as the Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informed yesterday, Thursday, March 3, 2011. The INAH bulletin additionally describes various other important Teotihuacan sculptures which will be shown at the exhibition, which will be shown at Museo Nacional de Antropología in Mexico City(edited by AMaNU; photo: INAH):
Junto con esta pieza, descubierta en 2007, también se presentará la escultura más completa encontrada hasta ahora del dios Huehuetéotl, informó el arqueólogo Alejandro Sarabia, curador de la sala dedicada a Teotihuacan dentro de esta magna exhibición —que reunirá en un mismo lugar más de 400 piezas prehispánicas— que dará cuenta del desarrollo de esta antigua urbe, así como de Monte Albán, El Tajín, Palenque, Tenochtitlan y Tlatelolco.
Las piezas teotihuacanas de reciente descubrimiento, indicó, fueron halladas durante diversas exploraciones en la Pirámide del Sol, además de rescates arqueológicos en el poblado de San Juan Teotihuacan, Estado de México.
El director de esa zona arqueológica destacó que la pieza monolítica, realizada en andesita gris, “es única en el sentido de que representa a una deidad aún no identificada en la iconografía de Teotihuacan. Así mismo, conserva estuco y pigmentos, mayormente de color rojo, y que representa un caso poco recurrente con respecto a otras tallas en piedra del sitio”.
Sarabia detalló que esta escultura fue localizada en diciembre de 2007, en una plataforma que circunda por su esquina suroeste a la Pirámide del Sol; tras su descubrimiento fue sometida a un largo proceso conservación (en el área de restauración del sitio arqueológico) con el objetivo de fijar los pigmentos que posee.
“El monolito tiene 98 centímetros de alto, 106 de ancho y 93 de profundidad; data de una época temprana en la historia de la ciudad de Teotihuacan, entre los siglos I y II, d.C. En un primer momento debió funcionar como un elemento arquitectónico de la Pirámide del Sol, y después fue desmantelado junto con otras esculturas similares para ser “ofrendado” a otro edificio adosado a la pirámide.
“Hasta el momento, hemos identificando al monolito con un deidad terrestre o del inframundo, similar al dios olmeca de la tierra, porque entre sus elementos iconográficos sobresalen ojos muy grandes y una boca sin mandíbula que asemeja una cueva. Los dioses comúnmente representados en Teotihuacan, sea en murales, esculturas o cerámica, son: Quetzalcóatl, dios de la lluvia o de la tormenta, y Huehuetéotl, el dios viejo del fuego”.
En ese sentido, el investigador del INAH comentó que en la tercera sala dedicada a Teotihuacan, en la exposición Seis ciudades antiguas de Mesoamérica, la pieza central será precisamente una escultura del dios Huehuetéotll, “se trata de la representación más completa —y una de las más grandes— hallada hasta el momento; fue descubierta en 2001, como parte de un salvamento arqueológico realizado en la localidad de San Juan Teotihuacan.
Esta pieza —de 51 cm de alto, 54 de ancho y 52 de profundidad— fue elaborada también en andesita, una piedra que no es propia del Valle de Teotihuacan, “aunque el corte y el estilo es típicamente teotihuacano; se encontró junto con otras dos esculturas pequeñas de la misma deidad, que estaban destruidas”, detalló Alejandro Sarabia.
La obra representa a Huehuetéotl portando un gran brasero con símbolos que marcan los rumbos del universo. Dicha deidad teotihuacana está representada de forma estandarizada, pues aun cuando se han encontrado otras elaboradas en distintos materiales y en otros tamaños, siempre tiene la misma forma y posición, sedente y con las piernas cruzadas.
El director de la Zona Arqueológica de Teotihuacan adelantó que otra pieza que se presentará en el Museo Nacional de Antropología, es una estela lisa, de 131 m de alto y 250 kilos de peso, manufacturada en piedra verde entre los siglos V o VI d.C., que fue descubierta también en 2001 entre la Calzada de los Muertos y la Pirámide del Sol.
“Generalmente las estelas estaban incrustadas en el piso o en un templo, frente a un edificio principal o en medio de un patio. Desconocemos a ciencia cierta la función que cumplieron, pero por lo regular se utilizaban para conmemorar actividades específicas del grupo en el poder”.
De acuerdo con el arqueólogo Sarabia, la sección dedicada a esta ciudad está diseñada de modo que el visitante profundice en el conocimiento de esta antigua metrópoli que comenzó su historia hacia los siglos II y I a.C., y creció de modo acelerado, “de aldeas agrícolas dispersas, a un gran asentamiento que para el siglo I d.C., ya rebasaba los 40 mil habitantes, la mayor concentración en América para esa época.”
Entre los factores que influyeron en la densidad habitacional de Teotihuacan, destacan la llegada de varios grupos procedentes de la Cuenca de México. “Fue la ciudad más grande del continente en la época prehispánica, llegó a extenderse sobre 22.5 kilómetros cuadrados; tan sólo su centro ceremonial tiene dos kilómetros lineales, ésta es su principal característica en términos de sociedad urbana, que es el tema de esta exposición sobre seis ciudades mesoamericanas”, concluyó Sarabia. (Source INAH)
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