Ancient MesoAmerica News Updates 2007, No. 68: Templo Mayor - Reconstruction of a Child Sacrifice Found in 2005
Yesterday, Monday September 24, 2007, the Instituto Nacional de Antropologia e Historia reported on the reconstruction of a child sacrifice which was discovered in June 2005 at the Templo Mayor in Mexico City (edited by AMaNU):
Reconstruyen sacrificio de niño en el Templo Mayor de Tenochtitlan - Estudios osteológicos y biológicos efectuados al esqueleto del infante hallado en las excavaciones efectuadas en una de las esquinas del Templo Mayor de Tenochtitlan, refieren que se trató de un menor sacrificado alrededor de 1469 d.C, y que al momento de su ejecución contaba con cinco años de edad, informó el investigador Leonardo López Luján, al referir que la inmolación tuvo por objetivo la extracción del corazón para ser ofrendado a Tezcatlipoca —deidad de la guerra de los mexicas—, en un rito previo a una batalla.
El también director del Proyecto de Investigación del Templo Mayor, indicó que después del hallazgo de este entierro, en junio del 2005, a través de estudios de laboratorio que aún siguen en curso, se han logrado precisar algunos datos entorno al infante sacrificado, mismo que cobra relevancia por tratarse del primer sacrificio del que se tiene noticia hasta hoy, en honor a Tezcatlipoca, toda vez que los 42 niños que se localizaron en 1980 en otra de las esquinas del edificio prehispánico, fueron sacrificados y ofrendados a Tláloc, dios de la lluvia.
Lo anterior fue dado a conocer por el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante su participación en el Seminario Nuevas Perspectivas sobre el sacrificio humano entre los mexicas ; en el Museo del Templo Mayor; quien detalló que de acuerdo a los adornos que portaba el infante, como cascabeles en los tobillos, una rodela de madera en el pecho y plumas de gavilán en los hombros,—elementos que aparecen en las representaciones de Tezcatlipoca—, el niño fue vestido de tal manera que representaba a esta deidad.
Señaló que tras los análisis efectuados al esqueleto, con la participación de la arqueóloga Ximena Chávez y la bióloga Norma Valentín; también se determinó que a diferencia de los niños que se ofrendaban a Tláloc, que generalmente estaban enfermos; el niño ofrecido al dios de la guerra, gozaba de buena salud en el momento de ser sacrificado. No obstante, —dijo—, todavía no se ha logrado precisar el sexo del infante, toda vez que está en proceso el estudio de DNA extraído para su estudio.
López Luján abundó que a través del estudio tafonómico se registraron las anomalías que sufrió el menor en el momento de su muerte, particularmente en las costillas, en cuyas caras internas presentan huellas de cortes y fracturas perimortem, que le fueron producidas para extraerle el corazón. Precisó que mediante experimentos efectuados en el Anfiteatro de La Facultad de Medicina de la UNAM , se simularon diversas formas por las que pudo haber sido extraído dicho órgano. “A partir de estas experiencias inferimos que la extracción del corazón del infante se dio a través del abdomen, y se introdujo un instrumento diminuto de obsidiana, tal vez una navajilla para cortar los tejidos blandos y arrancarlo”, comentó.
El especialista aseveró que algunos documentos históricos revelan que no todos los sacrificios de niños eran efectuados en ritos para las divinidades de la lluvia y la fertilidad, sino que también hacen referencia al cobro de vidas de infantes justo antes de emprender una confrontación bélica. Asimismo, indicó que las representaciones antiguas de Tezcatlipoca con facciones infantiles y juveniles, de ahí que se tenga otra conexión más para aludir que el niño fue ofrendado a esta deidad. “El mito del nacimiento de este dios, transcrito en náhuatl por Fray Bernardino de Sahagún, narra que Coatlicue parió a un dios en estado adulto, armado y ricamente ataviado”, dijo.
Finalmente, López Luján agregó que en el caso de los restos óseos de los menores encontrados en 1980 en el Templo Mayor, éstos fueron ofrendados a Tláloc, dios de la lluvia, en 1454 d.C. Fecha que de acuerdo a las fuentes históricas, alude también a una severa sequía que sufrieron los mexicas (source INAH - Sala de Prensa).
El también director del Proyecto de Investigación del Templo Mayor, indicó que después del hallazgo de este entierro, en junio del 2005, a través de estudios de laboratorio que aún siguen en curso, se han logrado precisar algunos datos entorno al infante sacrificado, mismo que cobra relevancia por tratarse del primer sacrificio del que se tiene noticia hasta hoy, en honor a Tezcatlipoca, toda vez que los 42 niños que se localizaron en 1980 en otra de las esquinas del edificio prehispánico, fueron sacrificados y ofrendados a Tláloc, dios de la lluvia.
Lo anterior fue dado a conocer por el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante su participación en el Seminario Nuevas Perspectivas sobre el sacrificio humano entre los mexicas ; en el Museo del Templo Mayor; quien detalló que de acuerdo a los adornos que portaba el infante, como cascabeles en los tobillos, una rodela de madera en el pecho y plumas de gavilán en los hombros,—elementos que aparecen en las representaciones de Tezcatlipoca—, el niño fue vestido de tal manera que representaba a esta deidad.
Señaló que tras los análisis efectuados al esqueleto, con la participación de la arqueóloga Ximena Chávez y la bióloga Norma Valentín; también se determinó que a diferencia de los niños que se ofrendaban a Tláloc, que generalmente estaban enfermos; el niño ofrecido al dios de la guerra, gozaba de buena salud en el momento de ser sacrificado. No obstante, —dijo—, todavía no se ha logrado precisar el sexo del infante, toda vez que está en proceso el estudio de DNA extraído para su estudio.
López Luján abundó que a través del estudio tafonómico se registraron las anomalías que sufrió el menor en el momento de su muerte, particularmente en las costillas, en cuyas caras internas presentan huellas de cortes y fracturas perimortem, que le fueron producidas para extraerle el corazón. Precisó que mediante experimentos efectuados en el Anfiteatro de La Facultad de Medicina de la UNAM , se simularon diversas formas por las que pudo haber sido extraído dicho órgano. “A partir de estas experiencias inferimos que la extracción del corazón del infante se dio a través del abdomen, y se introdujo un instrumento diminuto de obsidiana, tal vez una navajilla para cortar los tejidos blandos y arrancarlo”, comentó.
El especialista aseveró que algunos documentos históricos revelan que no todos los sacrificios de niños eran efectuados en ritos para las divinidades de la lluvia y la fertilidad, sino que también hacen referencia al cobro de vidas de infantes justo antes de emprender una confrontación bélica. Asimismo, indicó que las representaciones antiguas de Tezcatlipoca con facciones infantiles y juveniles, de ahí que se tenga otra conexión más para aludir que el niño fue ofrendado a esta deidad. “El mito del nacimiento de este dios, transcrito en náhuatl por Fray Bernardino de Sahagún, narra que Coatlicue parió a un dios en estado adulto, armado y ricamente ataviado”, dijo.
Finalmente, López Luján agregó que en el caso de los restos óseos de los menores encontrados en 1980 en el Templo Mayor, éstos fueron ofrendados a Tláloc, dios de la lluvia, en 1454 d.C. Fecha que de acuerdo a las fuentes históricas, alude también a una severa sequía que sufrieron los mexicas (source INAH - Sala de Prensa).
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