Ancient MesoAmerica News Updates 2007, No. 65: Cacaxtla - Progress Made in the Construction of the New Protective Roof
On Sunday September 9, 2007, the Instituto Nacional de Antropologia e Historia reported on the progress made after the first phase of the intervention at the archaeological site of Cacaxtla, Tlaxcala, that was initiated after the most uncommon May 21 hail storm (edited by AMaNU):
Especialistas del INAH diseñan estructura para poner techumbre - El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó recientemente la primera etapa de intervención en la zona arqueológica de Cacaxtla, en Tlaxcala, con el diseño de la nueva estructura que habrá de restituir la parte de la techumbre metálica que se colapsó, a consecuencia de la granizada inusual que se registró el pasado 21 de mayo.
El diseño de la estructura para reponer la parte del armazón afectado, comprende características similares a la anterior, con modificaciones en lo referente a las inclinaciones para facilitar el desalojo de las aguas pluviales y granizadas que pudieran presentarse en el futuro. Federico Bussey Campos, coordinador nacional de Obras y Proyectos del INAH, informó que el plan de reposición de la parte sur de la techumbre que se afectó por el fenómeno meteorológico, también habrá de efectuarse en la parte norte con las mismas características.
“En estos momentos, la propuesta formulada por el INAH fue enviada a la empresa Colinas del Buen para que se efectúen los cálculos para su fabricación, y una vez que se ultimen detalles, se dará paso al proceso de adjudicación de la obra bajo la modalidad de invitación restringida”, indicó. Tras referir que el costo de la reposición de las partes afectadas de la techumbre será cubierto a través del seguro que el INAH tiene contratado para el sitio arqueológico, Bussey Campos comentó que los trabajos podrían requerir alrededor de cinco meses. En lo referente al trabajo arqueológico realizado en la zona se continúa con las labores de protección con materiales impermeables (lonas, láminas) de la arquitectura prehispánica y pisos estucados de áreas que quedaron a la intemperie por la ausencia de techumbre, a efecto de evitar su deterioro por el contacto con la lluvia y el viento.
Al respecto, Laura Pescador, coordinadora nacional de Arqueología aseveró que estas acciones se efectúan diariamente, incluido el monitoreo para garantizar su adecuada conservación. Adelantó que la recuperación de los elementos arquitectónicos del área denominada Pórtico que sufrieron fracturas por el colapso, se tiene programada para noviembre próximo, una vez que haya concluido la temporada de lluvias. “Será hasta ese momento cuando se emprenda dicha etapa, toda vez que si se hace ahora se pondría en peligro el sistema constructivo de los muros, que están constituidos de arcilla y tepetate”, detalló.
En este mismo contexto, Luz de Lourdes Herbert, titular de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), adelantó que en lo concerniente a la restauración de dicha área, actualmente se lleva a cabo el trabajo de gabinete y logística para la restitución de tales elementos prehispánicos. “Estamos en la etapa de planeamiento de la intervención que se habrá de efectuar conjuntamente con los arqueólogos, una vez que se hayan vuelto a poner las partes de la techumbre que se colapsaron, para así poder ingresar al sitio con toda seguridad y no exponer a los especialistas”, detalló.
Asimismo, puntualizó que el trabajo no sólo se abocará a la atención de los elementos arquitectónicos que resultaron dañados por la contingencia, sino también a la continuidad de la serie de los proyectos de conservación e investigación que se venían efectuando en el resto del sitio y que tuvieron que suspenderse a causa del percance. “Hay que recordar que desde el descubrimiento del sitio en 1975 hasta hoy, el INAH ha desarrollado de manera permanente el Proyecto de Conservación de la Zona Arqueológica de Cacaxtla, mismo que se reanudará en breve y que contempla investigaciones relativas a mecánica de suelos del basamento, geofísica y geotecnia, identificación de técnicas de manufactura y análisis de materiales de la pintura mural y de los elementos arquitectónicos, entre otros”, afirmó.
Herbert acotó que la etapa emergente que se implementó por la caída parcial de la techumbre, se centró en frenar aquellas situaciones que pudieran alterar las condiciones de los vestigios arqueológicos. Mientras tanto, la visita a la Zona Arqueológica de Cacaxtla sigue efectuándose en las partes correspondientes al Museo de Sitio y el centro ceremonial Xochitécatl, no así en el Gran Basamento cuyo acceso aún está restringido para evitar algún accidente.
Finalmente, la restauradora adelantó que la CNCPC prepara la realización de un seminario interdisciplinario en el cual se pueda disertar sobre las situaciones que enfrentan los sitios arqueológicos que cuentan con techumbres, a efecto de determinar lineamientos colegiados sobre el tipo de estructuras de protección que deben colocarse. El encuentro prevé la participación de especializas nacionales y extranjeros, procedentes de instancias como el INAH y la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de la World Monuments Fund y el Instituto de Conservación Getty, entre otros (source INAH - Sala de Prensa).
El diseño de la estructura para reponer la parte del armazón afectado, comprende características similares a la anterior, con modificaciones en lo referente a las inclinaciones para facilitar el desalojo de las aguas pluviales y granizadas que pudieran presentarse en el futuro. Federico Bussey Campos, coordinador nacional de Obras y Proyectos del INAH, informó que el plan de reposición de la parte sur de la techumbre que se afectó por el fenómeno meteorológico, también habrá de efectuarse en la parte norte con las mismas características.
“En estos momentos, la propuesta formulada por el INAH fue enviada a la empresa Colinas del Buen para que se efectúen los cálculos para su fabricación, y una vez que se ultimen detalles, se dará paso al proceso de adjudicación de la obra bajo la modalidad de invitación restringida”, indicó. Tras referir que el costo de la reposición de las partes afectadas de la techumbre será cubierto a través del seguro que el INAH tiene contratado para el sitio arqueológico, Bussey Campos comentó que los trabajos podrían requerir alrededor de cinco meses. En lo referente al trabajo arqueológico realizado en la zona se continúa con las labores de protección con materiales impermeables (lonas, láminas) de la arquitectura prehispánica y pisos estucados de áreas que quedaron a la intemperie por la ausencia de techumbre, a efecto de evitar su deterioro por el contacto con la lluvia y el viento.
Al respecto, Laura Pescador, coordinadora nacional de Arqueología aseveró que estas acciones se efectúan diariamente, incluido el monitoreo para garantizar su adecuada conservación. Adelantó que la recuperación de los elementos arquitectónicos del área denominada Pórtico que sufrieron fracturas por el colapso, se tiene programada para noviembre próximo, una vez que haya concluido la temporada de lluvias. “Será hasta ese momento cuando se emprenda dicha etapa, toda vez que si se hace ahora se pondría en peligro el sistema constructivo de los muros, que están constituidos de arcilla y tepetate”, detalló.
En este mismo contexto, Luz de Lourdes Herbert, titular de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), adelantó que en lo concerniente a la restauración de dicha área, actualmente se lleva a cabo el trabajo de gabinete y logística para la restitución de tales elementos prehispánicos. “Estamos en la etapa de planeamiento de la intervención que se habrá de efectuar conjuntamente con los arqueólogos, una vez que se hayan vuelto a poner las partes de la techumbre que se colapsaron, para así poder ingresar al sitio con toda seguridad y no exponer a los especialistas”, detalló.
Asimismo, puntualizó que el trabajo no sólo se abocará a la atención de los elementos arquitectónicos que resultaron dañados por la contingencia, sino también a la continuidad de la serie de los proyectos de conservación e investigación que se venían efectuando en el resto del sitio y que tuvieron que suspenderse a causa del percance. “Hay que recordar que desde el descubrimiento del sitio en 1975 hasta hoy, el INAH ha desarrollado de manera permanente el Proyecto de Conservación de la Zona Arqueológica de Cacaxtla, mismo que se reanudará en breve y que contempla investigaciones relativas a mecánica de suelos del basamento, geofísica y geotecnia, identificación de técnicas de manufactura y análisis de materiales de la pintura mural y de los elementos arquitectónicos, entre otros”, afirmó.
Herbert acotó que la etapa emergente que se implementó por la caída parcial de la techumbre, se centró en frenar aquellas situaciones que pudieran alterar las condiciones de los vestigios arqueológicos. Mientras tanto, la visita a la Zona Arqueológica de Cacaxtla sigue efectuándose en las partes correspondientes al Museo de Sitio y el centro ceremonial Xochitécatl, no así en el Gran Basamento cuyo acceso aún está restringido para evitar algún accidente.
Finalmente, la restauradora adelantó que la CNCPC prepara la realización de un seminario interdisciplinario en el cual se pueda disertar sobre las situaciones que enfrentan los sitios arqueológicos que cuentan con techumbres, a efecto de determinar lineamientos colegiados sobre el tipo de estructuras de protección que deben colocarse. El encuentro prevé la participación de especializas nacionales y extranjeros, procedentes de instancias como el INAH y la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de la World Monuments Fund y el Instituto de Conservación Getty, entre otros (source INAH - Sala de Prensa).
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