Ancient MesoAmerica News Updates 2007, No. 14: Mount Tlaloc - More News on the Recent Discoveries
On Wednesday May 16, 2007, the Consejo Nacional para las Culturas y las Artes posted on their website a notice with more news on the recent discoveries made at Mount Tlaloc in Mexico's Sierra Nevada (edited by AMaNU):
Buscan restos óseos de niños sacrificados durante la época prehispánica - Investigadores de la Subdirección de Arqueología Subacuática y del área de Arqueología de Alta Montaña del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), buscan los restos óseos de niños que, de acuerdo con los códices virreinales, fueron sacrificados durante la época prehispánica en las lagunas del Sol y de la Luna del Nevado de Toluca o Xinantecatl.
Encabezados por los arqueólogos del INAH Arturo Montero García y Víctor Arribalzaga, ambos equipos realizan labores de investigación no sólo en las lagunas, sino en su entorno desde el pasado 6 de mayo a 4 mil 210 metros de altura sobre el nivel del mar, y a una temperatura promedio de seis grados centígrados, en el marco del Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca 2007.
Los especialistas tienen hasta el día último de este mes, cuando termina la temporada de campo, para localizar los restos de los sacrificios de niños en la montaña, a quienes se les denominaba tlacateteuhme, indicó Montero García al comentar que, según información proporcionada por biólogos, la composición química del agua de la laguna de la Luna, conserva los huesos. Explicó que, de acuerdo con el Códice matritence, la ceremonia se representa inicialmente en un templo de donde partía una comitiva encabezada por tres sacerdotes. El principal de ellos lleva un chicahuaztli o palo de sonajas, y una bolsita de copal o copalxiquipilli, que es la insignia de los tlaloque.
Le sigue otro que porta un tecpal, cuchillo para el sacrificio y su copalxiquipilli; el último de ellos carga al niño a sacrificar envuelto en una manta; el pequeño aparece teñido de color oscuro como los sacerdotes. La procesión sale de un centro urbano y se dirige a una montaña, en cuya cima se aprecia un adoratorio denominado tetzacualco, que es un encierro de piedra o un sitio delimitado por muros, en donde se aprecian los tepictoton, que son las figurillas modeladas a imagen de los cerros, y en el centro una alusión al sacrificio humano.
Estos sacrificios de sangre ofrecidos a Tláloc –explicó Montero–, fueron el dispositivo ideológico y material que mantenía la esperanza ilusoria de que podían ser escuchados por sus dioses, que no eran más que sus dobles imaginarios a los cuales se aferraban. “Así, el sacrificio de niños presenta a seres tan indefensos como lo es el hombre ante esos dioses dominantes de la naturaleza. Durante los sacrificios, los hombres dirigían sus plegarias y ofrendas a las fuerzas de lo invisible, que por definición eran las receptoras de los dones, superiores a los donantes. “Ofrecer la vida equivale a realizar un don mayor para que asuman una mejor disposición al distribuir los bienes. Pero el sacrificio nunca es verdaderamente una transición o una venta a plazos sino, en todo caso, una conciliación”.
Descubren piezas prehispánicas en el fondo de la laguna de la Luna - Los arqueólogos y buzos han recuperado hasta el momento diversos objetos prehispánicos como turquesa, una cuenta cilíndrica de jadeita, petatillo, navajillas de obsidiana, copal, puntas y pencas de maguey, así como siete cetros rayo-serpientes o xiuhcoatl, del Postclásico Tardío (1200/1300-1521 d. C.).
Descubren piezas prehispánicas en el fondo de la laguna de la Luna - Los arqueólogos y buzos han recuperado hasta el momento diversos objetos prehispánicos como turquesa, una cuenta cilíndrica de jadeita, petatillo, navajillas de obsidiana, copal, puntas y pencas de maguey, así como siete cetros rayo-serpientes o xiuhcoatl, del Postclásico Tardío (1200/1300-1521 d. C.).
Los cetros depositados en el fondo de la laguna de la Luna, “son la fuerza para controlar la lluvia” y representaban la ofrenda principal que resguardan las lagunas del Nevado de Toluca desde la época prehispánica y colonial. Fueron depositadas con devoción a los dioses de la fertilidad y la montaña por los pueblos de las comunidades aledañas, comentó Víctor Arribalzaga. Estos cetros son objetos de madera laminar, alargados y ondulados asociados al culto acuático. El más largo, encontrado hace unos días, mide 1.20 m de largo, mientras que existen por lo menos un centenar más bajo el agua. Recordó que en 1963 buzos deportivos hallaron los primeros cetros en el fondo de las lagunas del Sol y de la Luna. A la fecha se desconoce la cantidad de elementos extraídos de estos embalses.
Con las puntas de maguey y obsidianas nuestros antepasados prehispánicos hacían autosacrificios. Se sangraban haciendo incisiones con las navajillas o se insertaban púas de maguey en el lóbulo de la oreja y en la lengua, aunque podrían perforar cualquier parte del cuerpo, apuntó Arturo Montero.
Añadió que estas espinas e instrumentos eran posteriormente ofrendadas. A esta costumbre se le llamaba neutzmanaliztli. Todos los sacrificios cesaban con la presencia de lluvias abundantes. “Las dos lagunas conservan en su interior secretos que poco a poco y a pesar del saqueo desmedido del que han sido objeto, todavía guardan vestigios que por medio de técnicas y metodologías científicas, se empiezan a desentrañar”, señaló el arqueólogo del INAH al anunciar que el buceo deportivo queda prohibido, mas no así la visita turística.
Además, junto a la laguna de la Luna, descubrieron vestigios rocosos de una calzada procesional de aproximadamente 500 m de largo que desemboca en el agua y al que denominaban ayuahcalli (casa de la niebla), además de plataformas prehispánicas muy deterioradas. Este complejo arquitectónico sólo se puede observar en las fotografías satelitales. Y es que para Arturo Montero, doctor en arqueología, “la alta montaña capturó el imaginario de las sociedades del pasado que hallaban en la altura, la temperatura, la nieve, los vientos y otros elementos, la huella de los dioses”. Las expresiones culturales en las alturas –observó–, iban más allá de un simple juego de imágenes, se hacía evidente el concepto de la montaña como un espacio sagrado, residencia de lo sobrenatural.
En las labores académicas y científicas participan los buzos Roberto Junco y Fernando Lozano y colabora el estadounidense John Reinhard, de National Geographic, así como estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
El Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca 2007, integra la arqueología subacuática y la de alta montaña, por tal motivo especialistas del INAH investigan el espacio ritual de esta montaña sacralizada desde tiempos inmemoriales (source CONACULTA - Sala de Prensa).
El Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca 2007, integra la arqueología subacuática y la de alta montaña, por tal motivo especialistas del INAH investigan el espacio ritual de esta montaña sacralizada desde tiempos inmemoriales (source CONACULTA - Sala de Prensa).
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